Fin a la polémica: A Dumoulin le ataca su propio Sunweb

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Durante algo más de 40 kilómetros Tom Dumoulin (Sunweb), todavía líder del Giro de Italia en ese momento, tuvo que emplearse a fondo para cerrar el hueco, por momentos de algo más de un minuto según el cochambroso GPS de la RAI, que habían abierto respecto a él y su maglia rosa Thibaut Pinot (FDJ), Vincenzo Nibali (Bahrain-Merida) y Nairo Quintana (Movistar).

La situación, que no pasaría de alarmante y emocionante, se tornó en polémica cuando la RAI, la televisión pública italiana que cuenta con un importante despliegue de periodistas en la propia carrera, informó de que el ataque, encabezado por los equipos del italiano y el colombiano, se habría producido mientras el líder se había detenido a orinar.

Sin embargo, lo que no dejaba de ser un rumor a esas alturas, se oficializó cuando el director deportivo del Sunweb, Iwan Spekenbrink, confirmó esa versión en una conexión telefónica con la versión neerlandesa de Eurosport. Mientras todo eso sucedía Tom Dumoulin iba quemando a todos sus gregarios en una pelea desigual entre el Sunweb y las huestes de Bahrain-Merida, Movistar y, en menor medida, FDJ.

Sin embargo, pocos minutos después otro director deportivo de Sunweb, Luke Roberts, enmendaba la mayor y negaba la versión de su compañero Spekenbrink y aseguraba, esta vez en la RAI, que lo que había sucedido es que Dumoulin, inexplicablemente, rodaba mal colocado en el momento del ataque y que por eso había perdido ese terreno que estaba tratando de recuperar de manera desesperada.

Esta versión, que fue tomando fuerza a lo largo de la etapa, fue confirmada por el propio Dumoulin, ya despojado del liderato en la línea de meta por Nairo Quintana, cuando, sin maquillajes absurdos, confirmaba lo dicho por Roberts y reconocía que había “cometido un error de novato al colocarme en la parte de atrás del pelotón en la bajada”.

Rojas, el primero en ver la oportunidad

Caso cerrado… o no. Porque lo que nadie, ni Spekenbrink, ni Roberts ni el propio Dumoulin dijeron en ese momento es que no sólo el líder había cometido un error de juvenil sino que, para mayor vergüenza de todos, había fallado toda la cadena de mando en el Sunweb. Y es que, lo sucedido, tal y como reveló posteriormente la RAI, es uno de los episodios más sonrojantes de los últimos tiempos. Quizás, por ejemplo, comparable a aquel final del Circuito Het Nieuwsblad de 2015 o aquel doloroso final, para los españoles, del mundial de Florencia en 2013.

Lo sucedido en realidad, tal y como demuestran las imágenes, es que no sólo a Tom Dumoulin nadie le ataca mientras orinaba, sino que quien ataca, corta y descuelga al líder es nada más y nada menos que ¡su propio equipo! que, ajeno a la amigable charla que Dumoulin estaba manteniendo en la parte trasera del pelotón, desentendido de la carrera, aceleró en cabeza provocando un corte al que, avisados por un atentísimo José Joaquín Rojas a través de la radio –el murciano rodaba cerca de Dumoulin en ese momento–, no tardaron en dar continuidad los hombres de Movistar y Bahrain.

Con las imágenes de la televisión italiana, emitidas en uno de los programas posteriores a la emisión en directo de la corsa rosa cierra, esta vez sí de manera definitiva, no sólo la polémica sino, sobre todo, lo realmente sucedido en ese minuto que, junto a la llamada de la naturaleza al pie del Stelvio, podrían decidir nada más y nada menos que el Giro del centenario.

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