Durante los últimos tres años Fran Ventoso (CCC) se ha convertido en un fiel y fundamental escudero de Greg Van Avermaet en las siempre atractivas clásicas de primavera. El ganador de la París-Roubaix de 2017 encontró en el cántabro a un perfecto aliado para unas carreras en las que los hombres de gran porte y calibre cuentan con una clara ventaja sobre los ligeros escaladores ante los que deben claudicar en otros momentos.
Este 2019 no tenía que ser distinto. Con la vista puesta en estas citas de piedras, el renacido CCC echaba a rodar con muchas de sus principales esperanzas puestas en el campeón olímpico y su indudable capacidad en las clásicas flamencas. También contaba el renovado conjunto de Jim Ochowicz con que Ventoso, que tras dos años a su lado ya conoce al belga a la perfección, volviera a estar a su lado, pero una desafortunada caída en la sexta etapa de la París-Niza le ha obligado a perderse esta parte de la temporada. Por fortuna, “la recuperación va mucho mejor de lo esperado, pero hemos decidido descartar por completo las piedras porque la mano siempre sufre más y porque raro es el año que no tocas suelo en mayor o menor medida, así que hemos preferido descartarlas”.
Si corre o no corre en las Ardenas está por ver y aque “con las distintas bajas que tenemos, estmaos viendo qué podemos hacer. Igual hago algo de Ardenas, pero no es seguro. Puede que vaya a País Vasco o a Yorkshire… estamos estudiando las distintas opciones. Lo único que es seguro es que tengo que correr algo antes de ir al Giro”. Al otro lado del teléfono, la voz de Ventoso suena animada, aunque no cabe ninguna duda de que preferiría estar junto al resto de sus compañeros del bloque clasicómano en Bélgica.
No es ningún secreto que CCC necesita mejorar bastante para dar la imagen de ser una escuadra a la altura de su líder. Lo dijo el propio Van Avermaet y lo reconoce Ventoso, que analiza que “es innegable que sería mejor que hubiera algún corredor más con él en la parte final de las carreras. En Harelbeke el equipo funcionó bien, pero hubo una caída y, pese a hacer podio, es verdad que estuvo demasiado solo en la parte final. Gante fue una locura desde la salida… ya sabes, las clásicas siempre tienen ese punto de lotería”.
En cualquier caso, el corredor español no da la primavera por perdida y avisa: “todavía estamos a mitad de la campaña de piedras. Vamos a ver si cambian un poco las cosas. Él está en un buen momento de forma. Lo ha demostrado durante toda la temporada de clásicas y sólo falta ese golpe de suerte que haga llegar la victoria. Creo que le falta a él en particular, pero también al equipo en general”.
Tanto Ventoso como el corredor belga coinciden en señalar la falta de apoyos en los últimos kilómetros de carrera, algo que, en cualquier caso, el excampeón de España no considera que haya sido un problema provocado por su lesión. “No, yo no era el señalado para esa labor. Nunca lo he sido en el pasado. Mi trabajo siempre venía en kilómetros previos, en la parte previa, a la hora de colocarle en determinados tramos o subidas”.
Pese a todo, tanto Flandes como Roubaix son dos carreras en que siempre premian a los más fuertes. Como dijo en este mismo medio Philippe Gilbert, son más fáciles de ganar que la Sanremo. Por ello, la falta de compañeros no es un factor que sirva para eliminar a nadie de la lista de favoritos. “Siempre es mejor tener compañeros por eventuales pinchazos, caídas o cogerte los bidones”, pero el cántabro añade una clave interesante: “con el dominio que está mostrando Deceuninck-Quick Step, las cosas se vuelven más fáciles porque si no tienes problemas mecánicos o caídas, más o menos se sabe dónde se va a hacer la carrera. Al menos, si la carrera es normal, es decir, sin lluvia, sin viento o sin que Gilbert haga algo como lo que hizo en 2017. Nadie se espera que a 80 kilómetros alguien arranque y llegue. Lo normal es que la selección se haga en la segunda pasada por Kwaremont y Paterberg y las cosas se decidan en el tercer paso. En definitiva, si puedes llegar con compañeros hasta ese segundo paso por el Kwaremont, luego son los líderes los que tienen que correr de tú a tú”.
Compartió Ventoso equipo con Alejandro Valverde entre los años 2011 y 2016, por lo que conoce bien al campeón del mundo que el domingo debutará en De Ronde. En opinión del cántabro “Valverde es un gran favorito en cualquier carrera en la que toma la salida. Incluso en este Flandes. Sí, es su primera participación, pero en 2014, porque había algún tramo de adoquín en el Tour, corrió el E3 y, pese a que era su primera carrera no llegó con el grupo delantero porque algo le pasó con el cambio en una montonera y se quedó sin opciones. El año pasado ya hizo A Través de Flandes… para él vale lo que te he dicho antes sobre Greg. Si llega bien colocado a la segunda pasada por el Kwaremont sabremos si puede estar delante o no. Además, tiene compañeros con mucha experiencia. El punto clave, todos lo sabemos, es la segunda pasada por el Kwaremont… porque lo que sucedió hace dos años en el Murr ni lo contemplo que se pueda repetir”.