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La policía local, con los técnicos franceses © Ponferrada 2014
Antiguo ciclista profesional, categoría en la que lució siempre los colores del mítico Peugeot, donde se dejó tantas veces la piel en defensa de Bernard Thévenet, el francés Bernard Bourreau ha estado hoy en Ponferrada inspeccionando los recorridos del próximo Campeonato del Mundo de ciclismo.
Después de más de una década de profesional, entre 1973 y 1984, en 2006 se hizo cargo de la selección amateur francesa, con la que ganó el oro mundialista en Mendrisio 2009 gracias a Romain Sicard. A partir de ese instante, Bourreau se convirtió en el adjunto de Laurent Jalabert entre los elites, hasta que el año pasado dimitió ‘Jaja’ y los responsables de la Federación Francesa de Ciclismo decidieron que Bourreau, quizás por el gran conocimiento que tenía de las jóvenes promesas galas, se quedara con el puesto.
Acompañado de Christophe Saintagne, director del Centro Técnico Nacional de la FFC, Bourreau ha tomado buena nota de las particularidades del circuito de Ponferrada y ha prometido regresar con algunos corredores profesionales franceses dentro de algunas semanas. «Me gusta el circuito», explicaba antes de emprender el viaje de regreso. «Aunque el final es algo distinto, me recuerda en parte al de Salzburgo«, decía refiriéndose al recorrido que coronó por primera vez a Bettini por delante de Zabel y Valverde. «Es para hombres fuertes», resumía.
A sus 62 años, Bourreau es la voz de la experiencia. «No es un circuito para un escalador puro, pero para estar delante sí se necesita subir bien. Un esprinter que pase bien la media montaña, como por ejemplo Degenkolb, podría tener sus opciones», explica. Sus favoritos, sin embargo, son otros: «Valverde, Rui Costa, Gilbert y los italianos tendrán muchas posibilidades», comenta.
Sin olvidarnos de los veteranos como Voeckler o Chavanel, siempre peligrosos en cualquier tipo de recorridos, si algo bueno tiene Francia es la nueva hornada de jóvenes talentos. «Sí, hay muchos con un gran futuro», admite humildemente Bourreau refiriéndose a Vichot, Barguil, Gallopin, Rolland y Démare, quien por cierto también fue campeón del Mundo amateur en Copenhague 2011.
A priori, ninguno de sus pupilos figura entre los grandes favoritos al triunfo en Ponferrada, aunque el técnico galo no descarta la sorpresa. «Si alguien pasa escapado por la cima del segundo repecho, aunque sea con unos pocos segundos, podría llegar hasta la meta, porque los que vayan por detrás no van a bajar más rápido», piensa. Quizás es la opción que ya está rondando en su cabeza, aunque Bourreau estima que «la primera subida es más difícil porque, aunque no es dura, es larga y habrá que gestionar muy bien las fuerzas para no llegar vacío a las últimas vueltas».
El recorrido de la contarrreloj individual profesional 47,100 km no tiene misterio: «Los primeros 30 km son para especialistas, pero el tramo final», por el circuito de fondo, «puede marcar las diferencias», cree el seleccionador francés.
