ACTUALIZACIÓN 13:30 HORAS
Apenas unas horas ha necesitado Chris Froome para, a través de su cuenta de Twitter, desmentir categóricamente la información publicada esta mañana por el Corriere della Sera [ver información más abajo]. Según ese tuit del británico, «he visto lo publicado en el Corriere della Seran esta mañana. Es completamente falso».
I have seen the report in Corriere della Serra this morning – it’s completely untrue.
— Chris Froome (@chrisfroome) January 30, 2018
Froome da por perdida la guerra y busca un acuerdo
Mientras sus redes sociales, único contacto del corredor con el mundo exterior rezuman normalidad y ansia por comenzar una nueva temporada, Chris Froome y, más concretamente, su cohorte de abogados siguen peleando y sopesando las distintas opciones que le quedan al corredor para salvar de la mejor manera posible su complicada situación tras su resultado adverso por Salbutamol en la pasada Vuelta a España.
El británico tiene previsto debutar el día 14 de febrero en la Ruta del Sol, unos planes que nadie ha dicho, al menos de forma oficial, que vayan a alterarse, pero según publica hoy el Corriere della Sera, Froome y su entorno han llegado a la conclusión de que tienen la guerra perdida y que lo único que pueden hacer ahora para minimizar daños es llegar a un acuerdo que, en mayor o menor medida, salve su honor.
Según esta información, Froome sigue adelante con su versión del fallo renal, pero su defensa habría desaconsejado someterse a una prueba en este sentido ya que, si su organismo no consigue reproducir unas cantidades de Salbutamol en sangre similares a las que registró aquella tarde en Santo Toribio de Liébana, las consecuencias serían tremendas y nunca inferiores a una sanción de un año que podría, incluso, llegar a las dos temporadas.
Ante esta situación, siempre según la versión del rotativo italiano, sería ahora la mujer del corredor, Michele Froome, la que estaría presionando a su marido para que busque un acuerdo con la UCI que pueda reducir su sanción a seis meses, algo que le permitiría correr el Giro y el Tour tal y como tiene previsto. Este acuerdo pasaría por la aceptación por parte de Froome de una negligencia en el uso del Salbutamol y, por lo tanto, afrontar una sanción que, como hemos dicho sería de entre seis y, en el peor de los casos, nueve meses.
Llegados a este punto, claro está, es una situación en la que Froome siempre saldría perdiendo, pero optaría por el mal menor que, desde su punto de vista, sería perder la Vuelta a España en favor de Vincenzo Nibali y el bronce del Mundial CRI, que pasaría al portugués Nelson Oliveira. Y todo ello, claro, suponiendo que la UCI acepte, en virtud de ese acuerdo, que la sanción comenzase a contar desde aquel día 7 de septiembre y no desde el día en que le sea notificada.