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Chris Froome durante la disputa de una CRI en el Tour de Francia / © ASO
El flamante ganador de la 103ª edición del Tour de Francia, Chris Froome, tomó parte ayer en el critérium de Aalst (Bélgica), un lugar de tradicional peregrinación para los hombres que han tenido un papel destacado en la Grande Boucle y, por supuesto, el de Sky se hizo con la victoria en una jornada más festiva que deportiva en la que, además, tuvo oportunidad de hablar de sus primeras sensaciones tras la consecución de su tercer Tour de Francia y, sobre todo, de sus planes de futuro más inmediatos.
Efectivamente, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro son ahora el próximo gran objetivo del corredor del Sky, que defenderá, evidentemente, los colores de Gran Bretaña en tierras brasileñas y que asegura que “ahora ya estoy absolutamente centrado en los Juegos. El próximo lunes volaré hacia Brasil. Realmente, estoy muy ilusionado con tomar parte en los Juegos Olímpicos”. Antes participará el domingo en la capital británica en la Ride London Classic (1.HC UCI), descartando su presencia la víspera en la cita del World Tour en San Sebastián.
Río de Janeiro será su segunda experiencia olímpica después de Londres 2012, donde fue 109º en la prueba de fondo y medalla de bronce en la contrarreloj individual -tras Wiggins y Tony Martin- en un año en el que, además, disputó el Tour de Francia acabando segundo por detrás de Sir Bradley Wiggins y dando la sensación de que podría haber vencido de no haber aceptado las órdenes de equipo y, posteriormente, viajó a la Vuelta a España para acabar en cuarta posición.
Quizás en base a aquella experiencia previa, Froome ha adelantado que “mi gran objetivo en Río de Janeiro es la prueba contrarreloj”.
Por su parte, el mánager del Sky, Sir Dave Brailsford confirmó a Sky Sports que el corredor nacido en Kenia disputará de nuevo su quinta y tercera consecutiva Vuelta a España para poder doblar victoria en el mismo año en Tour y Vuelta. A su lado estará Mikel Landa por lo que el vasco saldrá en las tres grandes vueltas de 2015, pero no las podrá completar tras su retirada en el Giro de Italia donde era el jefe de filas del equipo británico.
Las horas posteriores a su triunfo en los Campos Elíseos han sido de todo menos tranquilos para Froome. “El domingo hubo tiempo para una pequeña fiesta en París, pero hoy [por ayer] hemos tenido que asistir a un acto en Londres al que habíamos sido invitados por uno de nuestros patrocinadores. Por fortuna, nos han preparado un jet privado y eso me ha permitido poder estar por la tarde en Bélgica para disputar mi primer critérium post-Tour”, explicaba un visible y comprensiblemente cansado Chris Froome.
El propio corredor reconocía que “no me siento muy fresco. Diría que estoy bastante cansado. No voy a decir que tenga resaca, pero es verdad que en el hotel bebimos unas cuantas cervezas ayer [por el domingo]. Creo que es algo que nos podíamos permitir después de tres semanas muy intensas. Hemos trabajado mucho por defender el maillot amarillo. Yo lo he ganado, pero ha sido un triunfo de todo el equipo”.
Pese a esa sensación de cansancio –o precisamente debido a ella–, Froome explicaba que “este año únicamente disputaré los critériums post-Tour de Aalst y Surhuisterveen (Países Bajos) ya que debo de tener mucho cuidado para no perder la forma en las próximas dos semanas antes de los Juegos Olímpicos. No puedo jugar demasiado con ella”.
