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El camino de Chris Froome hacia su primer intento por conquistar la Triple Corona no está siendo, precisamente, un camino de rosas. Protagonista de uno de los affaires más mediáticos de los últimos tiempos tras su control analítico adverso por Salbutamol en la pasada Vuelta a España, el británico –y, con él, todo el mundo del ciclismo– espera que el Tribunal Antidopaje de la UCI dicte un fallo definitivo sobre su caso y se sepa, al fin, si será sancionado (y por cuánto tiempo) o no.
Como era de esperar, el de Nairobi comienza a ser el principal protagonista en los días previos a la Grande Partenza que, si la siempre volátil situación política de Israel no lo evita, tendrá lugar el próximo viernes en Jerusalén. El jefe de filas de Sky concedió una entrevista en exclusiva a Eurosport sólo unas horas después de que su equipo colgara en su canal de Youtube un vídeo (que acompaña a esta información) en el que el propio corredor narra su preparación para la Corsa Rosa.
En el canal temático deportivo Froome valoró los rumores que apuntan a que ASO podría vetar su presencia en el próximo Tour de Francia incluso si no existe sanción para él llegado el mes de julio. “Sería una gran pérdida para el deporte. Considero que sería una pena que el defensor del título y cuatro veces ganador no pueda estar en la salida”, aseguró.
Pese a que durante todo este tiempo ha intentado mantener una imagen de confianza y despreocupación, Froome reconoce que verse envuelto en una acusación por dopaje “no ha sido fácil, aunque he aprendido a bloquear las distracciones”. En relación al exceso de Salbutamol encontrado en su organismo el día de la llegada a Santo Toribio de Liébana, Froome recuerda que “no he sido acusado de nada” de forma oficial. Molesto todavía por la filtración que hizo público su affaire, el británico espera una rápida resolución ya que para él está siendo “muy frustrante que se esté tratando a ojos de todo el público”.
“Mi primera reacción fue que no quería ir al Giro”
En cuanto al reto que afrontará a partir del viernes, Froome reconoce en el vídeo publicado por Sky que “la primera reacción cuando el equipo me propuso ir al Giro fue que no quería”. El ganador del doblete Tour-Vuelta en 2017 –un logro que también está en entredicho a la espera de la resolución de su caso– lo justifica diciendo que “quería centrarme en ganar mi quinto Tour de Francia, que ha sido un objetivo para mí durante todo este tiempo”, pero, aunque “hay un factor de riesgo”, finalmente consideró que “me hubiese arrepentido toda la vida si no lo hubiese intentado”.
En el vídeo de ve a Froome reconociendo distintas cimas que se escalarán a lo largo de las tres semanas de carrera. Entre ellas, el Zoncolan, “que será una de las metas claves” de la Corsa Rosa en opinión del británico. Una subida que sólo ha afrontado “en 2010, en mi primer año en Sky. Es una subida salvaje”.
Froome tiene muy poca experiencia en el Giro de Italia. De hecho, sólo lo ha disputado en dos ocasiones con un balance de un 36º puesto y un abandono. “La última vez que corrí el Giro fue en mi primer año con Sky [2010, N.d.A.] y recuerdo que sólo trataba de sobrevivir. Estaba allí para trabajar para Bradley [Wiggins] y no creo que estuviera físicamente preparado para el Giro. Sólo recuerdo estar sufriendo durante semanas”.
En cuanto a su regreso a la prueba transalpina, Froome explica que este año “he tenido que alcanzar mi pico de forma mucho antes para llegar bien al Giro. Los últimos cuatro años, cuando he ganado el Tour, he tenido un calendario muy similar y este año ha sido una planificación completamente distinta y eso a añadido mucha motivación al reto”.
Froome asegura ser consciente del riesgo que, para su asalto al quinto Tour, si es que ASO y su previsible sanción lo permiten, implica su participación en el Giro. “He visto a muchos ciclistas en el pasado llegar al Tour a gatas tras el Giro”.
También en la entrevista concedida a Eurosport habló Froome sobre el reto de afrontar el Giro y allí aseguró que “no me voy a contener, eso seguro. Cuando estás en una gran vuelta, vives literalmente el día a día y no pensando en la siguiente semana o el siguiente mes”, despejando, por lo tanto, las dudas que pudiera haber sobre un hipotético asalto a medio gas pensando en el Tour, aunque no niega que “ganar un quinto Tour y unirme a ese club de corredores sería un sueño e increíble, pero no es algo en lo que vaya a pensar hasta que pueda hacerlo realidad”.
Será una carrera tácticamente distinta para Froome ya que el jefe de filas de Sky no podrá confiar, dadas las grandes dotes para la especialidad de Tom Dumoulin, tanto en su buen hacer en la contrarreloj y eso implica buscar mayores diferencias en la montaña. “Con alguien como él, que es el campeón del mundo de contrarreloj, no me gustaría jugarme mis opciones contra él en una crono, así que tenemos que coger tiempo en otros escenario. Etapas como la del Zoncolan van a ser una oportunidad de coger tiempo”.
