“Ayer salí por primera vez con la bicicleta desde mi segunda operación”, explicaba Chris Froome en el podcast de su compañero Luke Rowe en la que han sido sus primeras declaraciones desde que volviera a pasar por el quirófano para retirarle las placas y tornillos que seguía llevando en su cuerpo tras la caída que dio al traste con su temporada 2019.
En esta misma conversación, el británico se mostraba esperanzado de que “ya no haya ningún tipo de marcha atrás a partir de ahora. Todo lo que haga desde este momento será con la vista puesta en el Tour de Francia”.
El corredor de Ineos reconocía que han sido “seis meses muy duros. Mi pierna derecha no ha trabajado como debía durante todo este tiempo, así que ahora, lo principal es volver a montar en bicicleta y trabajar en los puntos débiles. Esa pierna está muy débil y necesita mucho trabajo”.
El cuatro veces ganador del Tour de Francia comienza a ver claro su camino y ya ha confirmado que “es seguro que no podré estar en el Giro al cien por cien, por lo que la lógica es centrarse en el Tour. Además, es mi ambición personal: conseguir el quinto”.
Precisamente, esa quinta victoria en París “es la fuerza que me sigue empujando. Es la luz al final del túnel. Quiero llegar al Tour en mi mejor forma y eso es lo que me ha ayudado durante estos meses tan duros”.