Pese a haber partido, al menos sobre el papel y gracias a su gran actuación en el Dauphiné, como uno de los jefes de fila de Astana en el Tour de Francia, el danés Jakob Fuglsang se vio obligado al abandono en la Grande Boucle a causa de las lesiones que arrastraba en el codo tras una caída y que finalmente le impidieron seguir más allá de la 13ª etapa.
Ahora, el corredor de Astana parecía haber superado sus problemas físicos y ayer participó en la primera carrera tras aquel abandono con motivo de un critérium en la ciudad de Herning y la cosa no podría haber acabado peor para él ya que, tal y como informa TV2, tras una caída ha sufrido una fractura de clavícula que deja muy en el aire su participación en el Mundial de Bergen (Noruega).