Filippo Ganna continúa confinado en su casa de Vignone por el coronavirus, según confirma en Tuttobiciweb, en una entrevista realizada por Giulia de Maio. “Quienes nieguen la gravedad de este virus que está perturbando al mundo y aún insisten en no respetar las reglas que nos permitirán vencerlo deben probarlo en su propia piel”, es la conclusión del italiano después de su temporada más completa en la que se ha proclamado campeón del mundo contrarreloj y de persecución -por cuarta vez-, batiendo el record del mundo de los 4.000 metros y obteniendo tres victorias parciales en el Giro de Italia, en el que fue la primera ‘maglia rosa’. A pesar de ello aún no ha renovado con el Ineos.
Sobre su enfermedad dice que “durante tres días tuve fiebre de 39 grados, que no me bajaba a pesar de tomar la taquipirina por la mañana, después del almuerzo y por la noche. Sentía los huesos rotos y todos los síntomas clásicos de la gripe, pero durante una semana no tuve sabor ni olor, algo que aún no me he recuperado al 100%. Ahora empiezo a sentir la dulzura de la miel, pero cuando bebo el café todavía no siento el sabor que debería tener”.
Este viernes se someterá a la tercera prueba, junto a sus padres y su hermana Carlotta que han estado confinados. “Esperamos negativizarnos lo antes posible y que esta enfermedad no deje secuelas físicas. Siendo todavía desconocido en muchos aspectos, no podemos estar seguros. En cuanto mejore, por supuesto, me someteré a todas las pruebas necesarias antes de volver a los entrenamientos”.
Tras lamentar “infinitamente haber contagiado a mis compañeros y amigos Bertazzo y Scartezzini, que merecían recoger resultados de prestigio en el Europeo después de haber preparado la cita de forma muy meticulosa”, Ganna destaca su gran temporada “pero ahora solo quiero que mis seres queridos y yo recuperemos la salud. El deporte es importante, pero en la vida hay otras prioridades”.