El inminente arranque del Giro de Italia ha provocado que la relativamente aletargada vidilla ciclista tras la disputa de las clásicas haya vuelto a entrar en efervescencia. A estas alturas, la mayoría de los protagonistas que serán en la Corsa Rosa se encuentran ya en Turín y los incómodos días previos al arranque de una gran ronda, siempre cargados de compromisos con la prensa, patrocinadores, VIP y, ahora más que nunca, revisiones sanitarias.
El equipo Movistar viaja a Italia con Marc Soler como jefe de filas. Sin duda, se trata de una apuesta arriesgada por un corredor que debutará en el Giro después de haber tomado la salida en tres ediciones del Tour (con un 21º como mejor resultado) y otras tantas en la Vuelta a España, la grande que mejor se le ha dado hasta ahora con una etapa y el noveno puesto de la general de 2019 como actuaciones más destacadas.
José Vicente Chente García Acosta, director deportivo de los telefónicos en el Giro de Italia, descarga la presión de los hombros de su corredor. “Queremos ver cómo funciona Marc Soler como líder en una carrera de tres semanas. Lo lógico sería intentar hacer una buena general. Hay que ver si es capaz de aguantar las tres semanas a un buen nivel, y hemos apañado un buen equipo a su alrededor. Están todos a su disposición. Conforme vaya avanzando el Giro seguro que surgen oportunidades para todo”, explica en una extensa e interesante entrevista firmada por el periodista Luis Guinea en el Diario de Navarra.
En ella, a Chente García Acosta se le pregunta por qué sería exactamente una buena general, pero el director de Movistar trata de sere lo más ambiguo posible y asegura que “no me gusta concretarlo. Igual acaba el 15 pero ha conseguido ser un buen jefe de filas. Lo ideal sería entrar entre los diez, pero sin volvernos locos. Para mí lo esencial es que aguante las tres semanas bien y que ejerza como un gran jefe de filas en todos los sentidos. En lo deportivo y en lo demás”.
El excorredor donostiarra desvela además que “le hemos dicho que tiene una oportunidad muy bonita de liderar un equipo en una grande y que no la desaproveche. La diferencia con otras grandes es que otras veces puede tomarse un día de relajo, aquí eso ya no le vale. Uno de los objetivos que tenía, que era llegar muy bien al Giro, lo ha conseguido. Está muy bien. Luego en carrera nos va a tocar ir con tranquilidad. No somos los favoritos y no hay le necesidad de dar la cara desde el primer día, sí que tenemos que correr atentos e ir pasando los días para ver qué podemos hacer”.
En ese mismo sentidom, añade que Soler “es un ciclista que tiende a descentrarse en alguna etapa o algún día. Como nunca ha estado para disputar una gran vuelta, en el momento que le duelen las piernas un poco más de la cuenta tiende a desconectar. Hay que conseguir que eso no suceda. Y también que el día malo, que todo el mundo lo tiene en tres semanas, no sea una catástrofe”.