Philippe Gilbert, el corredor que debía de tomar el relevo en el BMC de Greg Van Avermaet ahora que las carreras de un día cambian el escenario empedrado por el de las colinas de las Ardenas, ha sufrido un serio contratiempo, uno más, en una temporada en la que no ha empezado con muy bien pie. En esta ocasión, el excampeón del mundo ha sufrido una fractura en un dedo después de haber sido agredido por dos personas en estado de embriaguez durante un entrenamiento.
Un Gilbert que todavía no termina de explicarse muy bien lo que ha pasado, explicaba que “estoy un poco en shock intentando asimilar que algo así pueda pasar. Nunca esperas que te pueda pasar algo así durante un entrenamiento”. Su equipo, el BMC, ha anunciado que los dos agresores ya han sido detenidos y puestos a disposición judicial.
El relato de lo sucedido hecho público por el BMC explica que “Gilbert estaba en Bélgica entrenando junto a [su compañero] Loïc Vliegen cuando fue reconocido por dos borrachos en un coche. Uno de ellos se bajó del coche y se dirigió de manera agresiva a Gilbert y Vliegen, resultado de lo cual le rompió el dedo corazón de la mano izquierda a Gilbert”.
Tras el altercado, Gilbert tuvo que pasar por el servicio de urgencias del hospital donde se confirmó la fractura y se le implantaron cinco grapas para reducir tres pequeñas fracturas. Como consecuencia, el corredor deberá de guardar reposo durante los dos próximos días.
En este sentido, los servicios médicos del BMC aseguran que “queremos dejar pasar el fin de semana para hacer una valoración más detallada del alcance de la lesión, pero por el momento somos optimistas y pensamos que este contratiempo no le impedirá estar en las clásicas de las Ardenas”.