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Amador, en la etapa © Movistar
Aunque fuera de la lucha por la etapa, que de nuevo cayó en manos de Fabio Aru (AST), el Movistar conservaron los dos objetivos que se marcaron antes del inicio de la 20ª jornada del Giro de Italia -199 km desde Saint-Vincent hasta Sestriere (3ª categoría), con el Colle delle Finestre (Cima Coppi de esta edición) como juez-: la cuarta plaza de Andrey Amador en la general y la maglia azzurra que, peleada por Beñat Intxausti durante los últimos días, pudo asegurar Giovanni Visconti.
El italiano no pudo estar con los mejores para sumar los puntos que ahuyentasen cualquier duda en Finestre. Sin embargo, y aunque Landa (AST) se colocó a 4 puntos al coronar primero el techo del Giro, su 4ª plaza en meta, unida a la imposibilidad de Kruijswijk (TLJ) para acumular puntos suficientes, otorgaban el premio a Visconti, primer maillot de mejor escalador en la ‘Corsa Rosa’ para los equipos de Eusebio Unzué en casi cuatro décadas.
Por delante, Amador mantenía su ritmo de crucero sin seguir los ataques de los tres hombres del podio -junto a Hesjedal (TCG) y Urán (EQS)-, pero ayudado especialmente por Intxausti, dejaba su pérdida en meta en 2’34» -muy cerca de un Contador (TCS) que sufrió en Finestre pero no cedió su maglia rosa- y confirmaba, salvo incidente camino de Milán, el 4º puesto por casi 2′ sobre Hesjedal.
DECLARACIONES / Andrey Amador: «Se sabía que el podio realmente era complicado, pero debemos estar contentos con lo que hemos conseguido. Como en días anteriores, he seguido la misma técnica en carrera: mantener un ritmo constante, sin ‘pasarme de rosca’, con la diferencia de que hoy había que dar todo sin pensar en mañana. Fue un día bastante complicado en general: el inicio fue rápido, lo que hizo la etapa más dura; la ascensión a Finestre fue fuerte, con ese ‘sterrato’ que, si bien tenía poca humedad y no nos lo hizo más complicado, sí añadió un punto más de atención; y el final en alto en Sestriere, persiguiendo hasta meta.
En la primera ascensión hemos perdido tiempo, pero he tenido la suerte de aguantar con Beñat, que ha hecho un trabajo grandísimo, una exhibición de cara a meta. Descontó tiempo e impidió que Hesjedal, que aunque estaba lejos comenzaba a amenazar, nos pusiese en problemas. Le estoy totalmente agradecido. Sin los compañeros no se podría lograr esto: tener el apoyo del resto del equipo en el inicio de la etapa y de Intxausti en ese último puerto ha sido la clave para descontar tiempo con la cabeza y mantener el cuarto lugar.
El ciclismo, el deporte, la vida… son así. A veces se llega a un punto de madurez necesario para estos éxitos o se tiene una oportunidad como la que he tenido en este Giro. Creo que lo supe aprovechar. Para mí es una gran confianza de cara al futuro. Igual el cuarto lugar no lo acaba recordando más que quien lo hizo, pero es un paso adelante muy importante en mi progresión. Confío en poder seguir así, colaborando con el equipo y obteniendo resultados.
Este equipo tiene grandes líderes, como Nairo o Alejandro, pero los demás siempre hemos contado con oportunidades. Se nos ha dado en este Giro y creo que lo hemos hecho bien, pero la clave para nosotros es colaborar con ellos. Después del domingo regresaremos a Barcelona parar recuperar durante algunos días de los esfuerzos de la carrera y veremos cómo evoluciono para valorar cuál será nuestro siguiente calendario, y si permanezco en Europa o regreso a casa».
