Movistar -mejor equipo del Giro de Italia 2017- cambia por completo su planteamiento y desciende su nivel competitivo para la 101ª edición de la ‘Corsa Rosa’. «Un conjunto con esperanzas jóvenes y mucho talento latinoamericano conformará el ocho -primera Gran Vuelta tras la reducción de corredores impuesta para este 2018- de un Movistar que lleva ocho años seguidos logrando al menos un triunfo de etapa en la prueba… cuando no hitos mucho mayores», reza el comunicado oficial.
Los elegidos -sin ninguno de sus tras grandes líderes Alejandro Valverde, Nairo Quintana y Mikel Landa ni los sub-26 Marc Soler y Jaime Rosón- acude con los españoles Rubén Fernandez -previsible jefe de filas-, Rafa Valls, Víctor de la Parte y Antonio Pedrero, los colombianos Carlos Betancur y Dayer Quintana, el ecuatoriano Richard Carapaz y el argentino Eduardo Sepúlveda. Una nómina experimental, con la pretensión de cazar etapas y destinados a no ser protagonistas por la lucha por la maglia rosa.
La alineación telefónica para la gran ronda italiana será uno de los planteles más jóvenes que tomen la salida. Hasta seis de los ocho azules presentes tienen 28 años o menos de edad, siendo además tres de ellos -Carapaz, Pedrero y Sepúlveda- debutantes en el Giro. La expedición de Unzue comenzará a desplazarse hacia Israel a inicios de la próxima semana.