Gorka Izagirre (1987, Astana Pro Team) disfruta ahora de la competición de ciclocross después de un 2019 notable sobre el asfalto. El guipuzcoano trató de aprovechar sus oportunidades y se lució en carreras del máximo nivel, como la Clásica San Sebastián, cuarto, o el Campeonato del mundo, noveno, y, sobre todo, fue un gregario de lujo para los líderes de su equipo de principio a fin de 2019. Ahora corre sobre el barro para mantener la chispa.
¿Qué balance hace de su temporada?
Me he quedado a gusto con el año que he hecho. Empecé bien, con una victoria en una vuelta por primera vez -el Tour de la Provence-, y después he realizado mi trabajo para los líderes, sobre todo en las grandes. Siempre me gusta ser combativo y mantener el nivel a lo largo de la temporada. Pienso que lo he conseguido y por eso estoy satisfecho.
Y brilló en casa: al lado de su hermano en el triunfo de Ion en la Itzulia y cuarto en la Clásica San Sebastián.
La Itzulia no fue una carrera fácil porque hasta el último día no le dimos la vuelta antes dos rivales fuertes como Schachmann y Buchmann. Y en Donostia me quedé cerca del podio. Personalmente, he tenido algunas carreras para mí, como Donostia o París-Niza, una carrera que siempre me ha gustado, aunque este año me tuve que ir a casa en la segunda etapa por una caída. Y también he tenido libertad en las últimas clásicas italianas.
Y qué cerca estuvo en el Mundial de coger el grupo de cabeza que se jugó las medallas en Yorkshire.
Sí… La verdad es que sí. Qué voy a decir ahora. Solo había hecho un Mundial antes, el de Bergen, en Noruega, que me valió para conocer la carrera y así sabía qué me podía encontrar este año. La verdad es que salí con ganas y sabiendo que lo podía hacer bien. Pienso que lo hice así, con opciones de disputar hasta el final, pero me queda esa pena.
Y en el Tour de Francia y la Vuelta a España le tocó estar al lado de sus líderes.
En el Tour el objetivo era trabajar para Fuglsang. Una vez que se cayó nos dieron libertad en las fugas. Y en la Vuelta tocó trabajar para Miguel Ángel López. Quizá en el equipo nos ha faltado un podio en una grande. En cualquier caso, pienso que hemos ganado muchas carreras y como equipo nos hemos mostrado siempre en la pelea.
Aun habiendo acabado tarde y con 80 días de competición, disputa ciclocross.
Empecé en las Copas de España de Llodio y Elorrio. Ahora he estado de vacaciones, haré un parón, pero volveré de nuevo. En principio, haré el calendario de casa, como el año pasado, el Campeonato de Euskadi, la carrera de Ormaiztegi y poco más. Por un lado, me gusta y me lo paso bien. Y, por otro lado, los años van pasando y quizá empiezas a perder un poco de chispa. Desde que he estoy haciendo ciclocross, noto otra sensación en las pruebas de carretera.
¿Con qué objetivo afrontará la temporada 2020?
Con la misma idea. Me gustaría tener mis oportunidades en algunas carreras y trabajar para otros el resto de la temporada. Hoy en día hay oportunidades para todos. En diciembre tenemos la primera concentración y entonces hablaremos. No me gustaría cambiar mucho el calendario, sobre todo al principio, París-Niza, Itzulia, clásicas…. Veremos qué grandes vueltas hacemos. No solo se trata de mi decisión personal, sino que depende de los objetivos del equipo.
Y Astana seguirá manteniendo un bloque cercano.
Ahora llegan Alex (Aranburu) y Óscar (Rodríguez) y sobre todo con Alex mi hermano y yo tenemos una relación muy estrecha. Pienso que hacemos un buen grupo.