En un Astana que vuelve su mirada hacia las montañas, un corredor como Jacopo Guarnieri destaca por su tamaño en la concentración de Montecatini Terme. El corredor lombardo de veinticinco años cuenta sus ambiciones en la víspera de su tercera temporada luciendo la camiseta de la escuadra kazaja, en la que espera rescatar un 2013 que no lo ha dejado satisfecho del todo, empezando por el calendario. Este año parece más optimista con respecto a sus posibilidades, con dos objetivos principales en mente: París-Roubaix, la carrera de sus sueños, y el Giro de Italia, en el que espera participar por primera vez en su carrera. Corredor y hombre de ideas claras, no duda a la hora de dar su opinión sobre algunas de las novedades introducidas este invierno, entre carreras y reglamentos.
-¿Ha empezado ya a preparar la nueva temporada?
-Sí, hace alrededor de unos quince días que retomé el pedaleo porque me llegó el soplo que estaría incluido en la formación para el Tour Down Under y, entonces, me parecío justo empezar a preparme del mejor de los modos.
-¿Conoce ya la primera parte del programa?
-Sí, además de la competición en Australia haré Dubai y Qatar, después se verá en base a la condición. Hay una línea máxima en el programa, pero estos años me han enseñado que es mejor no pensar y hacerlo bien.
-¿Programa que podría verle líder en las clásicas del norte?
-Hace dos años demostré estar a la altura de esas carreras yendo por delante en todas las pruebas que disputé, rozando el Top 10 en la París-Roubaix más por mala suerte que por culpa mía. La temporada pasada fui penalizado por el hecho de no haber corrido entre el Oman y las clásicas y no correr durante 40 días no es sencillo. Además, el día de Flandes me encontraba mal por un virus intestinal que me llevé detrás durante todas las clásicas, así que el año pasado no podría haber hecho más de lo que hice.
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