Javier Guillén, director de la Vuelta a España, carga con la presión de saber que tiene que medir sus palabras allá donde le ponen un micrófono o tiene un periodista rondando. No puede afirmar rotundamente nada que no tenga atado y bien atado, y si le preguntan si la carrera que dirige pasará algún día por, por ejemplo, Salamanca, él exprime su don de relaciones públicas y torea con el «me encanta Salamanca» y saca a relucir los contactos que se llevan a cabo con las autoridades de turno, aunque dejando claro que nada hay cerrado. Sin embargo, de la misma manera que saca las chicuelinas a relucir, se moja cuando sabe que algo es firme, y hoy, en su presencia en TVE en la retransmisión de la última etapa del Tour de Francia, ha dejado bien claro que el Murias, nueva estructura continental, tiene las puertas abiertas.
«Somos muy sensibles a este tipo de cosas y todo lo que sea crear un continental español, si en otros años ha habido un tiempo de adaptación antes de entrar en la Vuelta, en esta ocasión, si solo sale el Murias, tiene las puertas totalmente abiertas». Tal cual, firme, contundente, y un mensaje para el ciclismo español que tiene la imperiosa necesidad de seguir creciendo, de seguir poniendo esas semillas para volver a ser, o al menos intentarlo, lo que fue antaño o, como poco, no dejar la tostada pro en manos de una sola estructura como lo es ahora el Movistar. «Nuestra vocación es la de traerlos», ha añadido Guillén, que ha deseado que el proyecto de Jon Odriozola siga el buen camino: «Necesitamos que salgan, ojalá se cumpla y haya más equipos continentales españoles».
En todo caso, ahí está, Guillén, pensando más allá del Murias, más allá de nuestras fronteras, abriendo además una puerta que no puede ser otra cosa que una buena noticia, como lo es que se abra el mercado hacia otro ciclismo, el colombiano, que sigue y sigue creciendo y que tiene, cómo no, su hueco en Europa. El Postobón tendrá su hueco en el pelotón de la Vuelta; el director de la carrera española entiende que es una necesidad y un premio: «La invitación al Postobón es un homenaje a todo ese público colombiano que nos sigue».
Del recorrido que ya se sabe, nada más añadió, a excepción de halagar el trabajo que se ha hecho por parte de la organización, y ensalzar la que se prevé una Vuelta espectacular en su trazado, pero también por la nómina de corredores que asistirán, incluyendo Froome, que ya ha dado el sí, quiero. «Es una Vuelta muy Vuelta. La primera etapa ya es una gran novedad por la arena de Nimes, pero va a marcar el puerto de los Machucos. Está todo previsto para que haya emoción hasta el final y hasta el Angliru no se sabrá quién puede ganar la carrera porque todo puede pasar».
Canarias, en la agenda
Las preguntas habituales, y obligatorias, sobre los próximos destinos de la carrera, tampoco faltaron. Así, las respuestas fueron políticamente correctas como en el caso de Salamanca e incluso Asturias, ambas zonas que la Vuelta siempre estudia aunque en ocasiones no acaben cuajando, pero también sinceras como en el caso de Canarias: «Es un traslado costoso, pero tenemos los planes hechos y contactos con el gobierno canario. Si se hace, hay que hacerlo bien, pero es una cosa que pensamos a corto y medio plazo hacer un final de la Vuelta allí».
¿Vuelta de categorías inferiores y femenina?
Guillén también habló de hacer una carrera de base e incluso una femenina, una Vuelta que no tendría tres semanas «pero sí una», aunque no aclaró gran cosa más allá de confirmar que, si se pudiera, se harían. Un discurso de sí, pero no, porque no quiere engañar a nadie sabiendo como sabe que los costes de todo son tan altos y los retornos tan ajustados, que nadie, salvo tenerlo todo atado y bien atado, es capaz de mojarse sin más. Ni siquiera Guillén.