Cuatro segundos puestos, tres cuartos, un quinto y ninguna victoria es el balance del eslovaco Peter Sagan en lo que va de Tour de Francia. Va a conseguir el maillot verde con una superioridad absoluta, pero su ambición por ganar, debido precisamente a su polifacetismo que le puede llevar al triunfo en terrenos muy distintos, está jugando en su contra.
Sagan está comenzando a estar harto de ser segundo y aunque cualquier día puede romper esa racha negativa y que el inicio del Tour se quede en una anécdota, ya han comenzado a surgir voces discrepantes sobre el comportamiento del líder del Cannondale, no sólo en este Tour, sino en la temporada completa, de que debería ser algo más selectivo a la hora de buscar objetivos. Y que el equipo tampoco le ayuda –ni le puede ayudar- en demasía ante retos tan dispares.
Mientras tanto, en Panticosa, se disputan los Campeonatos de España de XCO con una ausencia no importante, pero si relevante. Tomy Misser. Ya he escrito en esteblog sobre el polifacetismo del biker catalán, uno de mis ciclistas más admitrados. Este año, en su primera temporada como master 40 no sólo ha ganado todas y cada una de las pruebas del Open de España Cofidis, sino que ha rendido a un nivel que le habría permitido estar entre los mejores élites.
Pero Misser tiene claro que –después de haberlo conseguido todo en el Descenso- quiere ser campeón del mundo de cross country. Correr el Campeonato de España –ya lo ganó el año pasado en su última campaña como master 30- no le suponía ninguna motivación. Y se ha quedado en casa… dando una oportunidad de acceder al rojigiualdo a corredores que difícilmente podrían lograrlo estando él. Y al mismo tiempo, Misser da una lección de tranquilidad que ojalá le lleve a ese anhelado ‘arco iris’.
Y aunque siempre me han gustado los corredores ambiciosos, ¿tendría que tomar Sagan nota del comportamiento de Misser?