Redacción / Ciclo 21 / Proyecto FER
Tan conmovedora como irreal. Tan impactante como engañosa. La imagen con la que Héctor Álvarez finalizó el curso 2024 lleva al equívoco, a la confusión. No guarda relación alguna con su excelente temporada. El pasado 26 de septiembre, el joven ciclista alicantino disputó en Zúrich la prueba en línea del Campeonato del Mundo junior. Héctor volvió a firmar una actuación portentosa. Repleta de determinación, valentía, ambición y personalidad. Ni más ni menos que lo exhibido durante los últimos meses. Sin embargo, tras un esfuerzo descomunal, el embajador FER vivió una experiencia amarga. Cuando acariciaba el bronce, fue cazado a falta de un kilómetro para la llegada. Extenuado, exhausto, vacío de energías, nada más atravesar la meta, Álvarez tuvo que acostarse sobre la calzada. Imposible mantenerse en pie. La foto era dura. Reflejaba rendición, derrota. Nada que ver con el triunfal año protagonizado por Héctor, considerado ya como una de las nuevas y grandes promesas del ciclismo español.
Héctor Álvarez (Benidorm, cumplirá 18 años en diciembre) se ha convertido en uno de los nombres propios del deporte valenciano en 2024. No en vano, tras todas las conquistas acumuladas desde el pasado mes de marzo, el deportista alicantino presenta un currículum superior al ostentado, en su momento, por nombres tan ilustres (en algunos casos, tan legendarios) como Miguel Indurain, Alejandro Valverde, Alberto Contador o Juan Ayuso. Tal honor responde, especialmente, a un curso para enmarcar. Obedece a una temporada de ensueño. Se debe a un ejercicio en el que ha acumulado 20 triunfos. Algunos de ellos han sido, más bien, auténticas exhibiciones. Noveno en la Paris-Roubaix, campeón de la Eroica en Italia, ganador de la Copa de las Naciones de Hungría, líder de la Vuelta a Cantabria, subcampeón de Europa en Bélgica… Héctor ha cerrado 2024 como el mejor en la clasificación mundial junior. Está todo dicho.
- ¿Esperabas un año tan bueno o eres el primer sorprendido?
Sinceramente, soy el primer sorprendido con mi rendimiento. No esperaba una temporada tan redonda. Ha sido un año inmejorable, tanto en lo deportivo como en lo personal. He disfrutado mucho.
- De todos los éxitos conseguidos en 2024, si tuvieras que elegir dos o tres, ¿con cuáles te quedas?
Lo tengo muy claro. Con la victoria en la general de la Eroica italiana, con la plata en el Campeonato de Europa y, pese a sufrir como nunca, con el sexto puesto en el Campeonato del Mundo.
- Al respecto de esa sexta posición en el Mundial de Zúrich, ¿qué te pasó para llegar tan exhausto a meta?
Que no regulé lo suficiente. Hubo un momento en que me cebé en exceso a la hora de intentar responder a los ataques del italiano Finn y del británico Grindley. En ese momento, crees que no lo vas a acusar, pero más tarde se paga el esfuerzo. Además, no me alimenté bien. Todo ello derivó en una pájara monumental.
- Cuando lees que ningún ciclista español consiguió, durante su etapa como junior, el currículum que tú sí has alcanzado, ¿qué piensas?
Obviamente, es un orgullo y una alegría. Pero hay que ponerlo todo en contexto. Son tiempos diferentes. No creo que sean totalmente equiparables. Dicho esto, ya digo, reconforta que te comparen con nombres como Indurain, Contador, Valverde, Ayuso, etc. Ojalá me acerque a lo que ellos han conseguido.
- Ahora, con el inicio de 2025, ya te incorporas a la categoría sub-23. El año de la incorporación de junior a sub-23 siempre es muy complicado. ¿Qué esperas de este salto?
Espero dificultades… (risas). Sé que el primer año sub-23 es el más difícil. Espero acostumbrarme lo antes posible a las distancias más largas, a los ritmos más exigentes, a las etapas más duras… Y espero corresponder a la confianza que mi nuevo equipo, el Lidl Trek ha depositado en mi persona.
- Si bien es cierto que sufres cuando la carretera se eleva bruscamente, te encuentras muy cómodo en terrenos sinuosos, en trazados ondulados, en perfiles exigentes. ¿Podemos hablar ya de tu perfil de ‘clasicómano’ en pruebas de una jornada?
Eso parece. Todo apunta a que me encamino hacia ese perfil de ciclista. Pero todavía soy joven. Hay que esperar a ver cómo evoluciona mi cuerpo para saber con mayor certeza qué tipo de corredor seré.
En Bélgica, en La Philippe Gilbert, en La REDOUTE ya volvió a ser él mismo: ganó silbando, destrozó a Schoorfs, y para acabar echó una novia flamenca… guapísima…a la que los ojitos se le hacían chiribitas con el mozo de Alicante ( el hijo El Cabra de La Virgen del Camino). A mí me recuerda a Miguel físicamente hablando. Cómo? que a qué Miguel?.a que Miguel va a ser! …yo ahí lo dejo.