Si en los años recientes nos hemos acostumbrado a ver a ciclistas españoles hollar nuevas dimensiones, hubo un tiempo que ciertos cotos parecían vedados a los nuestros al punto que se sabia de una carrera como la Tirreno cuando la ganaba un español: Así sucedió con Herminio Díaz Zabala.
Y eso que hablamos de una de las mejores carreras del calendario, la Tirreno-Adriático, que arranca ya de costa a costa, por el ancho de la bota transalpina, no tuvo acento hispano hasta que aquel ciclista tan generoso llamado Herminio Díaz Zabala logró el éxito en el año 1991, cuando el ganador vestía un amarillo mechado de rojo. Hace 30 + 1 años, ya. Y es que en el libro de oro de la ONCE, Herminio tiene un sitio muy destacado.
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