Incautadas 380.000 sustancias dopantes; 40 arrestados

En la segunda gran operación contra el dopaje llevada a cabo por la Fiscalía Española, la policía ha desmantelado dos organizaciones dedicadas a la distribución de productos dopantes, procedentes de Grecia y China, destinados a ciclistas aficionados. Al mismo tiempo se han incautado 380 mil sustancias dopantes y detenido a 40 personas.

El primer grupo operaba en Valencia y contaba con la colaboración del ciclista élite Jesús Risueño, arrestado el pasado mes de julio en la primera operación que llevó a la cárcel a una veintena de personas.

La otra operaba en Alicante. Todos los arrestados están acusados de atentar contra la salud pública. La policía ha registrado 15 farmacias y dos centros sanitarios y ha requisado los registros en los que se anotaban las cantidades de las sustancias dopantes y sus destinatarios, además de 600 recetas.

Uno de los médicos detenido por su presunta relación con una red de dopaje afirmó ayer a Las Provincias que veló por la salud de una veintena de deportistas, la mayoría de ellos culturistas, al recetarles dosis de Winstrol, Reandron y Testex, entre otros fármacos, tras realizarles análisis clínicos para determinar el diagnóstico y la posología. «En ningún momento he puesto en riesgo la salud de nadie. Las analíticas buscaban todo lo contrario», aseveró el galeno. «Las prescripciones de fármacos legales y las visitas médicas eran para evitar que mis pacientes tomaran sustancias dopantes del mercado negro sin ningún control», aclaró.

El médico imputado en la operación Turia aseguró también que sus prescripciones no eran fraudulentas. «Cobraba por mis visitas médicas y nunca he recetado en blanco», manifestó con firmeza. Además, siempre preguntaba a los deportistas si estaban federados. «Antes de rellenar la receta les advertía de que podían dar positivo en controles antidopaje si tomaban algunos fármacos, pero a mi consulta no venían profesionales», explicó.

En una ocasión, según el médico, realizó una infiltración en la rodilla a un ciclista federado, pero rellenó un acta de la Federación de Ciclismo para la prevención del dopaje. «Explicamos el motivo de la infiltración de corticoides con la fecha, el diagnóstico y la dosis correspondiente. Todo se hizo de forma legal con mi firma y la del ciclista», señaló. «Soy un médico de familia que siempre ha velado por la salud de mis pacientes, y no entiendo mi detención», añadió.

El médico fue detenido el pasado mes de noviembre tras ser acusado de suministrar dosis dopantes de forma ilegal. El galeno, que está acusado de vender las prescripciones, negó su presunta relación con la red de tráfico de anabolizantes. Tras pasar una noche en el calabozo, el sospechoso fue puesto en libertad con cargos a la espera del correspondiente juicio.

Los agentes de la Policía Nacional inspeccionaron 15 farmacias en la provincia de Valencia y registraron dos centros médicos privados en sendas poblaciones de l’Horta Sud, donde ejerce el sospechoso como médico de familia. Además de las 200.000 dosis, la policía también se incautó de más de 600 recetas. El ciclista Jesús Risueño también fue detenido, junto a otros miembros de la red, durante la primera fase de la operación en julio de 2013.

Las investigaciones se iniciaron al detectar la policía que un individuo recibía en Valencia paquetes con sustancias dopantes procedentes del extranjero, principalmente de China y Grecia. Los anabolizantes eran distribuidos a deportistas profesionales, amateur y también en gimnasios. Otra vía consistía en la prescripción fraudulenta de medicamentos anabolizantes a cambio de dinero.

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