Hace ya tiempo, escribimos una vez que el Sky, hoy Ineos-Grenadiers, empezaba correr el Tour de Francia el otoño anterior a su celebración.
Era una afirmación que se apuntaba a las recurrentes acusaciones de que los ingleses no iban lo limpios que pregonaban y que su dominio no respondía a lo meramente deportivo, y aún sin tener la certeza de que eso fuera o no así, tenemos por costumbre no poner la mano en el fuego por nadie, lo cierto es que los de Brailsford jugaban, y juegan, con una ventaja sideral en cuanto a presupuesto.
Está claro que, cuando eres el equipo más acaudalado del mundo, superando por mucho al segundo, el UAE, y duplicando holgadamente los que siguen, Deceuninck, Movistar y Jumbo, juegas en una liga que no es la de los demás.
Eso fue así desde el inicio, no hay comparación posible con lo que había y hay en ciclismo, Ineos-Grenadiers es otra cosa, otro nivel, varios escalones por encima del resto.
Pero no es sólo eso, también es tener las ideas claras y marcar el camino con nitidez.
Desde un inicio las grandes vueltas son el tablero donde ponen todas las bazas, apostaron por clásicas, pero la apuesta quedó a medias, les ha tocado convivir con auténticos cocos, desde Boonen y Cancellara a Sagan, Alaphilippe y ahora los fenómenos Van Aert y Van der Poel.
En el ciclo que va de 2010 a 2020 han ganado siete Tours de Francia, dos Giros de Italia y sendas Vueltas a España.
Es decir de 33 grandes celebradas han conseguido un tercio, once, un dominio que, mucho me equivoco, no tiene parangón.
Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor