Informe: Eslovenia, una potencia muy dependiente

Roglič y Pogačar son los dos grandes estandartes del ciclismo esloveno / © ASO

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Desde que hace 20 años se inaugurara este nuevo siglo que arranca su tercera década con un aparente profundo cambio en el paradigma ciclista que ha venido dominando este deporte desde hace lustros, el Viejo Continente, tradicional territorio protagonista (tanto como escenario como en peso específico dentro del pelotón) de este deporte, se ha visto obligado a ir haciendo sitio a otros acentos gracias a eso que se llamó internacionalización del ciclismo y que, con sus éxitos y sus fracasos, nos ha llevado a un calendario mucho más global que el que cerrábamos allá por el 31 de diciembre de 1999, cuando todos mirábamos con recelo a la cafetera no fuera a ser que al aparato, poseído por el Efecto 2000, le diera por lanzar rayos láser por doquier.

No. La cafetera no se volvió loca. La lavadora siguió paseando con normalidad cuando llegaba el momento del centrifugado y el microondas estrenó Año Nuevo, cautivo y desarmado, rendido a su papel fundamental: ser el calentador de leche más caro que el hombre ha inventado jamás. Pero el ciclismo, ¡ah el ciclismo!, ese sí que cambió. Algunos miembros del Viejo Orden, aquel que hablaba francés como lengua vehicular, se dieron cuenta de que el cambio era inevitable y comenzaron a andar un camino que, de nuevo, con aciertos y errores nos ha llevado a la realidad actual.

Analizar cómo a afectado a cada país, los del viejo y el nuevo orden, daría para un libro… o para una colección de ellos. Grosso modo, todos sabemos ya que lo anglosajón desembarcó como los aliados en las playas de Normandía. Se arrinconó el francés por el inglés, idioma mundial por mucho a que nuestros vecinos galos les duela. Se entendió, al fin, que la ciencia podía usarse de forma legal y honesta. Se viajó a lugares inhóspitos y lejanos. Volvieron naciones mucho tiempo olvidadas y llegaron otras nunca antes vistas.

Y es una de ellas, una de esas jóvenes naciones nacidas de los conflictos geopolíticos de finales del convulso siglo XX, la que nos ocupa ahora. Eslovenia está de moda en el ciclismo. Una nación que se formó el 25 de junio de 1991 (en aquel Tour, el primero de Miguel Induráin, Jure Pavlič, compañero de Chiapucci en el Carrera, fue su único representante) tras independizarse de una Yugoslavia en la que fue la primera de las guerras que luego, durante esa década, acabarían con aquella nación.

Nueve años después, en 2000, es un punto tan bueno como otro cualquiera para marcar el punto de arranque de la evolución de un país que, en el ciclismo, se ha convertido en una suerte de mini potencia que con sólo nueve corredores en el World Tour se ha subido al podio en tres de las últimas cuatro grandes vueltas disputadas y sigue, a día de hoy, en la mejor posición, gracias a Primoz Roglič, a sumar una muesca más en la Vuelta a España.

Y todo ello, con un número sorprendentemente bajo de representantes en el World Tour. Por ello, hay que tener mucho cuidado y perspectiva a la hora de hablar de la explosión del ciclismo esloveno ya que, en lo que llevamos de siglo, no fue hasta 2013 cuando, por primera vez, el número de corredores de ese país en la máxima categoría llegó a los dos dígitos con diez representantes esa temporada, alcanzando el culmen en 2017 con 13 ciclistas, un número que en 2020 se ha reducido a nueve.

Buena muestra de que el estado de salud del ciclismo esloveno puede ser algo más precario de lo que los números hacen pensar es que de las 29 victorias, 21 de ellas en el World Tour (1) conseguidas en 2019, la mejor campaña de ese país hasta ahora, 21 llegaron de manos de Roglič (14) y Pogačar (7). Ese año, sólo Kump (3) y Mezgec (3) levantaron los brazos en más de una ocasión, dejando el resto para Mohorič y Tratnik.

Más preocupante, incluso, podrían ser los números de este año donde sólo Jan Tratnik ha aportado un triunfo a la suma total de 16 (10 de categoría World Tour) que, hasta su etapa en el Giro, se repartían en su totalidad Roglič (7) y el vencedor del Tour de Francia, Pogačar (8).

Repasando lo que ha sucedido con los corredores eslovenos desde el cambio de siglo, comprobamos que el salto cualitativo real no llegó hasta la segunda década del mismo. Es verdad que ninguna temporada ha terminado con el contador de triunfos a cero y que ya en 2006 Matej Mugerli, entonces en el Liquigas, daba al todavía joven estado su primera victoria World Tour con la 6ª etapa de la Volta a Catalunya, pero no fue hasta 2009 cuando esos premios de la máxima categoría se hicieron más frecuentes.

Hasta la llegada del magnífico dúo que forman Roglič y Pogačar, llamados ambos a hacer historia en el ciclismo, sólo seis corredores habían conseguido sumar diez o más triunfos en el campo profesional y ninguno de ellos había hecho el doble-doble de sumar dos dígitos tanto en triunfos totales como en el World Tour.

Los dos mejores representantes del ciclismo esloveno, hasta la irrupción de los hombres de Jumbo-Visma y UAE, habían sido Borut Bozič (profesional de 2004 a 2018) y Grega Bole (en activo desde 2005 y sin contrato para el próximo año), con 19 triunfos cada uno y una y tres victorias de la máxima categoría, respectivamente.

Todos estos datos (2), pueden consultarse en las tablas publicadas más abajo y reflejan que, efectivamente, será en un punto posterior de la historia, cuando el ejemplo de Roglič y Pogačar animen a llenar las escuelas de ciclismo y, desde allí, conseguir que muchos más ciclistas eslovenos consigan dar el salto, cuando podamos hablar de aquel país balcánico como una auténtica potencia mundial, ahora mismo excesivamente dependiente de sus dos mejores representantes.

De hecho, la suma de los 58 triunfos que suman ambos suponen nada más y nada menos que el 25% de las victorias eslovenas desde 2000, un dato que se torna todavía más llamativo si tenemos en cuenta que Roglič (26, 38%) y Pogačar (10, 14%) suman, entre ambos, el 52% de los triunfos de la máxima categoría del ciclismo esloveno.

LOS GANADORES ESLOVENOS EN EL SIGLO XXI (1 y 2)

EL CICLISMO ESLOVENO EN LOS 2000 (1 y 2)

(1): Sólo se tienen en cuenta victorias en pruebas de categoría profesional

(2): Fuentes: Procyclingstats y FirstCycling