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Ion Ander Insausti, tras la entrevista con © Ciclo 21 en Croacia
Hay una familia en el País Vasco apellidada Insausti que puede presumir de tener a tres de sus elementos en la elite del ciclismo mundial. Primero llegaron con el Eukaltel-Euskadi los ahora separados hermanos Gorka (Movistar) e Ion Izagirre Insausti en Bahrain-Merida. Y al debutante conjunto asiático llega su primo hermano y tocayo Ion -«con I no con J» recalca- Ander Insausti -que lleva el apellido de su madre-, dando un descomunal salto desde el Euskadi-Murias continental a una estructura de máximo nivel. Un cambio que este corredor -que cumplirá el 13 de diciembre 24 años– asume con una mezcla de vértigo, motivación y presión, pero con el aval de venir de la mano del menor de los Izagirre. Solo ha firmado una campaña en la que espera demostrar la calidad que le permitió debutar a las órdenes de Jon Odriozola y que no ha podido ratificar por culpa de enfermedades, caídas, fracturas y falta de regularidad en el entrenamiento y la competición. Otro «loco» de las clásicas del norte como su nuevo compañero Iván García Cortina que tiene ante sí un tren de alta velocidad al que ya está subido y del que no espera apearse.
Entrevistas anteriores: Purito Rodríguez / Ion Izagirre / Iván García Cortina / Javi Moreno
Fernando Ferrari / Ciclo 21. Porec (Croacia). Enviado especial
-¿Qué hace aquí en un equipo casi World Tour como el Bahrain-Merida?
-Les tendrás que preguntar a los que me han fichado, pero por ahora solo tengo que agradecérselo y aquí estoy con la máxima ilusión.
-¿Qué primeras sensaciones tiene en el cuerpo?
-Da vértigo y se nota la diferencia de un equipo pequeño a otro de estas dimensiones. Estoy que no me lo creo y estoy aprovechando cada detalle al máximo.
-¿Cómo fue la cronología de su fichaje?
-Todo ha sido a través de Ion [Izagirre] y su representante [Acquadro]. Estaba al margen y no sabía nada. Estaba centrado en mi final de temporada con el Euskadi-Murias y un domingo, volviendo de una carrera, Ion me llama y me expone la situación así de golpe, que se iba a Bahrain y que quería llevarse a alguien de confianza, me había elegido y que le habían dicho que sí.
-¿Y cómo se quedó?
-Helado, mirando por la ventana del coche y diciéndome que ésto no puede ser verdad y que no puede estar pasando. A los diez minutos me llamaron para confirmármelo y solo quería llegar a casa para poder disfrutarlo al máximo. Además iba en el coche del equipo y no podía llamar a nadie para contarlo, a mi novia… Fue increíble.
Los primos Insausti e Izagirre © Ciclo 21
-¿Qué balance pasa de sus dos campañas en Murias y Euskadi?
-Han sido dos años muy difíciles, llenos de infortunios que no me han dejado centrarme. Siempre he sido un chaval que si me van las cosas bien tiro hacia adelante, pero si no, sufro mucho. La verdad es que el primer año fue muy bien con un segundo puesto en las clásicas francesas [Cholet-País de Loira] que son el terreno donde mejor me encuentro, pero un citomegalovirus mononucleosis me dejó en el dique seco cuatro meses. Y nada más pasar a profesionales que de sopetón te quiten cuatro meses fue muy duro. Se me caía el mundo encima, pero pude hacer un digno final de temporada. Pensé ya en 2016, en hacer un buen año, pero quizás me precipité y me metí más presión de la que podía aguantar y me tuvieron que quitar una celiaquía, que me afectó al rendimiento porque no encontraban la solución. Y hasta que me la quitaron sufrí mucho. Las cosas no me venían bien y no me acaba de centrar. Y ya después casi empezando de cero tuve una caída en la que me rompí el radio, estuve parado hasta verano y ya fui a todo o nada. En Volta Portugal [hizo top 10 en la etapa que decidió la general final] pude darle un poco la vuelta a la temporada. El nivel era alto y fui directo a Portugal sin competir y pude aprovechar la mínima oportunidad que tuve. Y ya por falta de calendario del equipo me quedé ahí.
-¿Cómo se define como ciclista?
-Siempre me he visto en las clásicas del norte. Soy un apasionado de ellas, vengo del ciclocross, me encantan y al final en el País Vasco y en España no he podido disfrutar de este tipo de carreras. En cuanto a las vueltas en Portugal me vi bien, pero las largas subidas me penalizan porque no es mi terreno. Sí me veo muy bien en el llano para echar una mano a los líderes porque no me cuesta nada trabajar.
-¿Dónde le van a colocar en el organigrama deportivo?
-Necesitan una referencia de mí, así que voy a estar en las carreras que haga Ion, para echarle una mano, así que empezaremos con Murcia, Almería y Algarve. También quieren que haga todas las clásicas del norte y ya se verá cómo respondo. Sobre el papel ya me irán diciendo, pero el trato ha sido espectacular y estoy muy contento.
-¿Venir de la mano de su primo es motivación, presión, responsabilidad o una mezcla de todo?
-Es motivación y presión a la vez. No solo por Ion, sino por todos los corredores que están aquí, que obligan a dar el ciento por ciento. Pero lo afronto con muchísimas ganas porque deseo saber de lo que soy capaz y luego la carretera me pondrá en mi sitio, bueno o malo, pero al menos sé que aquí tendré todo lo suficiente para poder lograrlo. Ya estoy plenamente recuperado y empiezo una nueva etapa sin excusas.
Insausti y Gª Cortina © Ciclo 21
-¿Qué tal su primer encuentro con sus nuevos compañeros en la concentración de Croacia?
-Muy buena acogida. Venía con un poco de miedo con tantos grandes nombres, pero la gente es muy cercana, la cultura italiana es muy parecida a la española, con más contacto, y para mí es muy bonito porque soy un corredor que siente mucho las relaciones, he hecho amistades ya con muchos. Todo es muy serio, muy organizado, cuidado al detalle, todos hacen su trabajo al máximo que pueden y se nota mucho. Estoy en una nube.
-¿Y con el resto de los españoles?
-Siempre he sido de corredores de casa, así que contento con los cinco que somos. Compartimos habitación con Javi Moreno y se ha portado muy bien conmigo. Con Purito tenía miedo. Una figura como él se ha mostrado muy cercano conmigo como un amigo más. A Iván ya le conocía de coincidir en carreras y sin problemas. Y de Ion qué voy a decir. Es todo para mí y un apoyo incondicional.
-¿Qué ambiciones deportivas puede tener esta plantilla?
-El equipo aspira al máximo con Nibali y Ion. Mi primo tiene una trayectoria ascendente increíble y Nibali está en su mejor momento. Nuestro papel será ayudarles al ciento por ciento y en cada carrera que participen tendremos uno seguro para disputar.
-Le repito la misma pregunta que a sus colegas. ¿Qué le gustaría afirmar dentro de un año?
-Quiero aprovechar el año al máximo estando bien, encontrar mi sitio en el pelotón, conocer mis límites, dar todo el apoyo a Ion, intentar ganar todas las carreras con él y que mi trabajo se vea realizado. Quiero encontrarme a mí mismo. Una meta personal no sabría decirte porque no conozco el nivel World Tour, pero me gustaría aprovechar las clásicas que pueda. Y claro, renovar para 2018.
-Y ya puestos ganar su primera carrera como profesional ¿no?
-Soñar es libre.
