Ion Izagirre señalaba a la conclusión de la etapa de la Vuelta a Polonia, en la que es el nuevo líder que «se notaba mucha tensión en las dos últimas ascensiones. Todos estamos al tanto del nuevo sistema de puntuación que se ha puesto a prueba en esta carrera y que el liderato de la ronda estaba en juego. La actitud general era muy ofensiva, ha habido muchos ataques, y en el primer paso he sido segundo. En ese momento sabía que coronando primero el último puerto me ponía de líder, pero ha habido muchos movimientos, había muchos intereses en juego. Yo he pegado a 500 metros de coronar y he conseguido pasar primero», explicaba.
El menor de los hermanos de Ormaiztegi llega del Tour de Francia, algo que «por ahora me está ayudando. El Tour lo acabé bien de forma y el ritmo de competición con el que he llegado a Polonia es bueno. Si estuviera cansado, ahora mismo no estaría de amarillo, así que por ahora, bienvenido sea ese ritmo de competición», indicaba alegre. Ion disfrutaba del liderato, pero no podía evitar pensar en la jornada de mañana. «Estoy contento con lo conseguido y lo estoy disfrutando, pero también pienso en la etapa de mañana, tengo muchas cosas en la cabeza. La sexta es la jornada más dura de la carrera y controlar será muy complicado. A ver qué tal responden las piernas y como se desarrolla la carrera, pero es el trazado más duro de la vuelta«, analizaba.
La ronda tendrá su punto final el sábado con una crono de 37 kilómetros que el gipuzkoano ya fue a reconocerla junto al director deportivo del equipo en el día de descanso. «Es una crono con dos partes muy diferenciadas. La primera parte es muy exigente, con repechos, y la segunda es más rápida. El día que la estuvimos viendo, además, en esa segunda parte pegaba viento a favor», explicaba.
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