Ion Izagirre: «Teníamos un bloque muy fuerte y hemos controlado bien, pero nunca puedes relajarte porque no es sencillo. Al final nos han salido bien las cosas y Alejandro y yo hemos podido turnarnos en el doblete que ya conseguimos en la crono. A falta de vuelta y media lo ha probado en solitario Erviti, pero por detrás Euskadi ha reaccionado y cuando le han pillado he decidido atacar yo. A falta de 6 kilómetros o así ha llegado Alejandro por detrás y la verdad es que me ha dado alas porque yo ya venía un poco justito.
Al final, este recorrido se hace exigente. Las primeras vueltas es cómodo, pero a medida que pasan los giros la zona del pueblo es muy rápida ya que estira mucho el pelotón y el circuito no te da mucha posibilidad de recuperar, de poder comer, beber… Eso se va acusando. Para el Mundial se romperá aún más la carrera porque son más kilómetros y la gente llegará muy castigada. Claro que me gustaría, pero no sé si estaré en la selección; no es una decisión que dependa de mí. Yo estoy muy contento de mi temporada, sólo me faltaba rematar y hoy lo he conseguido. Tenía pendiente dedicárselo a la gente que se nos fue antes de tiempo, Rufino Murguía, Víctor Cabedo y Urtzi Gurrutxaga, y para ellos va el triunfo».
Alejandro Valverde: «Creo que he atacado en el sitio adecuado. La vuelta anterior he arrancado más abajo para probar y me he dado cuenta de que el mejor sitio para intentarlo es 50 o 100 metros antes de coronar. He visto que Ion estaba muy cerca y he decidido arrancar para cogerle e intentar ir a relevos hasta meta como hemos hecho. Es un recorrido en el que no puedes salir de los treinta primeros del pelotón porque salvo la primera subida todo lo demás se hace en fila de a uno: es muy rápido, peligroso… Vemos siempre que la dureza de los Mundiales es a partir de los 200 kilómetros y hoy con menos ya se ha hecho exigente, o sea que en septiembre lo será todavía más. Y no quiero pensar si llueve…», como declaró a su equipo.