Fernando Ferrari / Ciclo 21. Valencia
Tras dos oros sub-23, a Ismael Esteban le quedaba la medalla más valiosa, la elite. Y la de 2017 no se le podía escapar. Dominador de la Copa de España el cántabro de 33 años se presentaba en el rapidísimo y llano circuito de Valencia -siempre criticado por los más puristas- como el número uno en las apuestas a pesar de que el formato no le iba. «Es igual para todos», comentaba a este medio desde su rodillo de calentamiento previo. Poco más de una hora después remataba su enorme campaña con el título aprovechando un error de Javier Ruiz de Larrinaga, que perdió el hexacampeonato y la plata que se quedó de nuevo otro cántabro, Kevin Suárez.
Y así lo explicaba finalizada su supersónica actuación. «He estado todo el año fuerte, sigo fuerte y ahora incluso más, pero en este circuito no había la opción de sacar ese punto de fuerza, así que he tirado a bloque como hago siempre y se ha hecho ese grupo con Suárez y Ruiz de Larrinaga. He dejado trabajar un poco a Javi a ver lo que hacía y ha puesto un buen ritmo».
Un fallo hacía perder todas las opciones y el ya excampeón de España lo cometió en el epílogo. «A falta de dos vueltas he visto que Larri ha fallado en las escaleras y he aprovechado para coger distancia y a muerte hasta que lleguemos a casa. Ha sido el momento clave y ya está. Todo el mundo me decía que era mi año, que lo iba a conseguir, pero repito que este circuito me generaba muchas dudas porque no había donde poder distanciar al resto. He corrido inteligente y he aprovechado la única oportunidad que ha habido».
Una alegría que le compensa negativas sensaciones pasadas. «Después de dejarlo en 2008 y volver hace tres años era la espinita que me quedaba clavada. El año pasado tuve mala suerte en mi ciudad [Torrelavega] y ahora toca disfrutar este maillot lo que queda de año y el próximo».
Y ahora un Mundial en Luxemburgo del que nadie sabe apenas nada con actitud ambiciosa. «Lo llevo ya preparando un mes y estoy centrado en ello. He ido a correr alguna prueba de la Copa del Mundo y he terminado bastante bien. El objetivo es hacer un buen puesto en el Mundial y que vean que esto va para arriba y que los españoles podemos estar delante.
Preguntado sobre el secreto de su magnífica campaña ciclopedestre, el cantábrico asevera que «la clave es que el cuerpo está recuperando las sensaciones que tenía cuando me dedicaba a ello antes de dejarlo. La otra clave es que voy con mis amigos y mi familia y lo disfruto. Para mí cada carrera es diferente y salgo a eso, disfrutar. ¿El año que viene? Más y mejor».