Leyendo sobre Iúri Gabriel Dantas Leitão en su perfil del Comité Olímpico Portugués, encuentro un curioso dato, su afición a los trucos de magia como talento escondido. Y después de haberle visto correr el pasado mes de agosto en el Mundial de Glasgow podemos dar fe de ello porque aquel día dio todo un recital mágico para imponer su dominio en el omnium, algo que no se plasmó en la clasificación, donde las diferencias fueron muy ajustadas.
Y es que en la pista, es uno de los baluartes del ciclismo luso, que en el actual ciclo olímpico conseguía por primera vez clasificarse para unos Juegos en las disciplinas masculinas, cuatro años después de que su compatriota Maria Martins abriese el camino. “Tuvimos una pequeña celebración, pero sin mucha euforia, porque había que seguir trabajando”. Pero sobre todo fue una compensación al trabajo realizado de cara a Tokio, “donde sufrimos una gran decepción a última hora”, al perder su clasificación en la última prueba.
Es curioso también que se refiriese en la web del COP a la buena memoria como otro de sus talentos… cuando reconoce que ha perdido la cuenta de las medallas conseguidas. “Cuando llego a casa, se las doy a mi novia”. Solamente a nivel europeo tiene siete, con tres títulos continentales en scratch (2020, 2022 y 2024). Claro, la de Glasgow sí la recordará siempre. “Ser campeón del mundo es un sueño de infancia. Y más en una prueba como el omnium, que es quizás el evento más difícil a nivel individual. No aspiraba a una medalla de oro, pero sabía que si estaba en un buen momento tal vez podría luchar por el podio. Pero nunca pensé que tendría un dominio tan grande. Fue muy nervioso desde el principio, muy tenso para mí, para todo el personal, para mi entrenador, para los mecánicos. Pero me traigo muchos buenos recuerdos de ese día”.
Ahora llega París donde insiste que “no me gusta poner expectativas demasiado altas, porque será completamente diferente a las carreras que he estado haciendo, pero no sé en qué lo será, porque nunca he estado en unos Juegos”. Pero si la magia le acompaña…