Redacción / Ciclo21
Javier Mínguez lo deja. El seleccionador nacional desde 2013 y responsable del combinado español que aupó a Alejandro Valverde al oro en Innsbruck el pasado domingo dejará el cargo el próximo día 31 de diciembre. Y todo, según el vallisoletano, porque se siente engañado por el que, a la vez, es su jefe y su gran amigo, José Luis López Cerrón, presidente de la RFEC.
«A este precio no sigo. A partir del próximo 31 diciembre dejo de ser seleccionador. Tal cual”, asegura un Mínguez que recuerda que cuando López Cerrón accedió al cargo de presidente de una RFEC en quiebra, él se ofreció, por la amistad que unía (y une) a ambos a asumir la dirección del conjunto elite masculino de forma gratuita. En una entrevista concedida a Europa Press, Mínguez considera que “el que sepa ahora que estuve dos años sin cobrar dirá: Mínguez es tonto. Llega un momento en que tienes que parar y entonces, dices adiós. He colaborado a sanear una deuda de la federación, que yo no he hecho«.
Respecto a esa etapa en la que ejerció como seleccionador nacional de forma gratuita, Mínguez considera que “Cerrón me engañó” y desvela que “él me dijo que nadie cobraba y que no había dinero para pagarme. Pero, entonces ¿por qué sí lo había para el seleccionador femenino o para que el director técnico cobrara 40.000 euros? Y yo, sin cobrar porque total el torero sólo sale una vez al año a torear. Las cornadas me las llevo yo, que te dan candela en Twitter; las presiones por llevar a un corredor u otro, las soporto yo. Y los demás, en la barrera”.
Tras esas dos primeras temporadas, Mínguez desvela que pasó a firmar un contrato por el que cobraba 25.000 euros, algo que considera “una vergüenza. No es por Mínguez, es por el ciclismo nacional. Es una vergüenza que el seleccionador de ciclismo cobre 25.000 euros. Debería de equipararse a otros deportes” y, aunque contesta con un rotundo “sí” a la pregunta retórica de si la RFEC tiene problemas económicos, también defiende que “hay soluciones”.
En cualquier caso, Javier Mínguez, que tras seis mundiales acumula 5 medallas (1 oro, 1 plata y 3 bronces), deja la puerta abierta a su continuidad si el presidente de la RFEC le ofrece una mejora salarial. “Él ya sabe mi opinión. El que se tiene que mover ahora es él. Sabe dónde tiene que llamar, pero si me dice que no hay dinero, que haberlo haylo porque sé lo que pagan los patrocinadores, ya sabe que no sigo”.
La historia de Javier Mínguez y López Cerrón se remonta a muy atrás en el tiempo. El primero fue director deportivo del segundo. Luego, el segundo fue director en los equipos del primero. Y, por último, Mínguez pasó a trabajar a las órdenes de López Cerrón en la RFEC cuando este asumió el cargo de presidente al tomar el relevo de Juan Carlos Castaño. Por ello, el todavía seleccionador se apresura a aclarar que su amistad no se verá afectada por esta decisión ya que «no me gusta mezclar las cosas. Una cosa es la relación personal y otra la laboral».