En 2019 parecía que la categoría junior se le quedaba pequeña a Javier Serrano Rodríguez. Tanto en carretera como en pista este madrileño de la capital, a sus 18 años, ha sido capaz de ser un asiduo del podio a nivel nacional durante sus dos temporadas de cadete y en las dos de junior. Un valor añadido seguro, formado en la Escuela de la UC San Sebastián de los Reyes y que sale de la Fundación Contador con visos de ser a medio-corto plazo profesional en esto de dar los pedales.
Y lo pudo ser hasta hace unas semanas, cuando su paso al Monti-Deceunink-Quick Step, filial italiano de la escuadra World Tour belga, se frustró. Pero no ha tenido tiempo para lamentarlo, ya que una estructura puntera en categoría elite-sub23 como es el Caja Rural-Seguros RGA salió en su rescate. Buena noticia, ya que en poco tiempo le veremos con su hermano Gonzalo compartir profesionalismo.
Regresando a la pasada temporada, Javier demostró que la pista es un abrevadero de éxitos para él, gracias a sus 4 medallas en los Nacionales juniors de Tafalla, el bronce en los Europeos de Gante y el rojigualda en los Campeonatos de España sub-23 de Valencia en la modalidad de puntuación. Encima, en carretera terminó 3º en la general de una Copa de España en la que levantó los brazos en dos ocasiones. Esto y mucho más lo recordamos con él a continuación.
- Arrancamos preguntándote si se te ha pasado la decepción (o enfado) por el fiasco del proyecto Monti-Deceunink-Quick Step. ¿Quizá se mitigó por tu llegada a una estructura con las garantías del Caja Rural-Seguros RGA? ¿Qué esperabas de tu estancia en Italia?
Sí, la verdad que en el momento fue una decepción muy grande, estuve en Italia y en Calpe todo el invierno trabajando con el equipo y con el Quick-Step. Ser profesional tan joven y en ese equipo me daba muchísima ilusión, y justo antes de empezar las competiciones ocurrió eso. Es verdad que todavía soy joven, pero al final cuando te dan un caramelo y te lo quitan es un fastidio. Además, creo que hoy en día los corredores se forman mucho antes y nunca es pronto para progresar, me quedo con todo lo que he aprendido en Italia y todas las amistades que he hecho. Fueron momentos de nerviosismo, estuve sin equipo algunos días pero después tuve la suerte de poder entrar en el Caja Rural. Recalar en el Monti fue una alegría muy grande, pero también tuve una espinita clavada de no poder estar en el Caja, y para mí fue una satisfacción muy grande poder entrar al equipo. Y más en esas condiciones, ya que en Febrero ya estaba todo empezado y después de haber estado en otro equipo. Siempre le agradeceré un montón a todo el Caja Rural lo que han hecho por mí, el cariño e interés que siempre me han mostrado y la gran oportunidad que me han dado.
- Con lo del COVID-19 te hemos visto poco en tu debut como sub23, sin embargo, por tus resultados obtenidos en la Vuelta al Guadalentín y en la Copa de España de Don Benito, la adaptación a la categoría está siendo satisfactoria. ¿Cómo te has visto en estas carreras? ¿Similar a lo que viviste en la Vuelta a Valencia sub23 del pasado mes de Septiembre?
Mi debut en la categoría creo que ha sido muy bueno. Me he visto muy bien en las pocas carreras que hemos podido correr, en todas he estado con los mejores menos en Trofeo Guerrita, que una avería me dejó lastrado. Venía de hacer un buen invierno y sabía que podía estar bien, pero no me imaginaba estar tan delante. Nada que ver con la Vuelta Valencia sub23 del año pasado que pudimos acudir con la Selección Española. El año pasado, para ser los más pequeños de todo el pelotón, nos encontramos muy bien y nos llevamos una gran sorpresa, pero al final hay mucho salto desde una categoría a otra y estaba acostumbrado a carreras más cortas de juveniles. Este año creo que he dado un salto de calidad y es otra perspectiva mucho mas diferente, me encuentro mucho mejor y espero que se retome cuanto antes la competición para poder ayudar al equipo.
- Pasamos a rememorar un 2019 que fue especialmente prolífico para ti. En materia de carretera, comenzaste ganando en la general Trofeo Víctor Cabedo, para luego ser una de las referencias de una Copa de España dominada por tu equipo, el Kometa Xstra, con mano de hierro. Tercero en la general final y victorias en Sant Boi y Sanse. ¿Cuál de ellas te hizo más ilusión y cuál fue la carrera de la Copa en la que te notabas que ibas ´sin cadena´? ¿Por qué?
Todas han sido bonitas y me hicieron mucha ilusión. Si me tengo que quedar con una me quedo con el Trofeo Víctor Cabedo. Es una vuelta muy bonita que preparamos a conciencia, era mi principal objetivo de la temporada y es muy gratificante ponerte objetivos y poder cumplirlos. Las demás victorias vinieron inesperadas; la carrera en la que mejor me vi pudo ser la Copa España de San Sebastián de los Reyes. Acababa de aterrizar de los Europeos de Gante y no sabía como iba a estar, ya que llevaba sin coger la bicicleta de carretera bastantes días. Además, me hizo mucha ilusión, ya que llevo viendo esa carrera desde pequeño y siempre los veía llegar como héroes. Poder ganar en casa al día siguiente de hacer medalla de bronce en el Europeo fue mucha felicidad.
- Este año te vimos prodigarte en pruebas internacionales, tanto con tu equipo como con la Selección Española. ¿Cómo te viste en ellas? ¿Notaste mucha diferencia con respecto al ciclismo europeo?
Correr fuera de España es una pasada, ves el verdadero nivel que hay y ahí es donde te ponen en tu sitio. El ciclismo fuera es muy diferente, la forma de entrenar y sobretodo de correr. En casi todas me vi muy bien, con el Kometa pudimos ganar el Tour de Gironde con Carlos Rodríguez, pero con la Selección Española no tuve tanta suerte. En la París-Roubaix, cuando solo quedábamos unos 30 corredores, tuve una caída en los últimos tramos de pavé. Pude volver a entrar, pero ya las fuerzas no eran las mismas, y en los Europeos de Alkmaar tuvimos muy mala suerte toda la Selección. Era un circuito por calles muy estrechas, la carretera estaba mojada, salimos atrás, no había neutralizada y en la primera vuelta nos pillaron todas las caídas y ya no vimos cabeza de carrera. Son experiencias que aprendes, pienso que los equipos deberían salir mucho más al extranjero, que es donde se ve el verdadero nivel y las primeras carreras cuesta mucho adaptarte.
- Una de tus cualidades, creemos, es tu fortaleza mental y sangre fría cuando compites. Lo pudimos ver, por ejemplo, en la carrera de Corpa, donde los ´Salchis´ tenían superioridad numérica, pero acabaste ganando la carrera. ¿Piensas que esto es una de las claves para que hayas completado el buen palmarés que tienes, especialmente en pista?
No lo sé (ríe), puede ser eso. Está claro que en el ciclismo no son solo las piernas y hay que tener visión de carrera. En pista me ha costado más, ya que muchas veces es difícil saber quién va ganando con más puntos o cuántas vueltas han cogido cada corredor. Creo que la pista también me ha ayudado mucho a esto para la carretera y a saber esperar a tu momento. En carrera hay que saber «las balas» que llevas para no desperdiciarlas y saber usarlas en el momento adecuado.
- Es precisamente en pista donde has logrado tus mejores prestaciones desde cadetes. De hecho, ya fuiste 6º en la final de puntuación de los Campeonatos de España en tu primer año en esta categoría. ¿Quién te metió en la pista? ¿Cómo te aficionaste a ella?
La verdad que la pista siempre me daba respeto. Fue mi padre el que más me animó para empezar a hacer pista, gracias a él que me llevaba muchos miércoles al velódromo a entrenar. También empecé porque no me daba tiempo a entrenar por las tardes ya que salía a las seis del colegio y no quedaba luz solar. En la pista podía entrenar más seguro y algo más de tiempo. Poco a poco me fue gustando más y nos juntábamos bastantes amigos en el velódromo. Muchos eran mayores y me gustaba picarme con ellos, y gracias a todo esto fui progresando pocos a poco hasta que mi primer año como cadete, que pude ir seleccionado por primera vez.
- En tu 2º año como cadete ya te vimos ganar la Copa de España de pista a lo grande, imponiéndote en las tres puntuables. Encima, en los Nacionales lograste el rojigualda en scratch, la plata en keirin y el bronce en los 500 metros. ¿Te esperabas aquel año semejante aluvión de alegrías?
Ese año fue el que mejor me lo pasé en la pista. Nunca había ganado una carrera y poder empezar el año ganando las tres Copas de España y la general fue emocionante. Antonio Pérez me ayudó mucho, no sólo entrenando en el velódromo, sino también los consejos que daba y todo lo que me enseñó. Al llegar de una Copa de España ya estaba contando los días para volver a la siguiente. Pudimos hacer un gran año acabando campeón de España en scratch y varias victorias en carretera. Para nada me esperaba hacer ese año, yo disfrutaba cada día de la bicicleta y todo lo demás vino solo.
- En su primer año como junior a Serrano no se le olvidó subir al podio a pesar del cambio de categoría. En pista brillas, con el 2º puesto en la Copa de España y tres medallas en los Nacionales, la plata del madison con Raúl García y los bronces en persecución y velocidad por equipos. ¿Gran descubrimiento el de formar pareja con Raúl, no? ¿Cuál es el secreto para que cuando os juntáis logréis magníficos resultados? ¿Cómo complementáis vuestro trabajo en el anillo?
Mi primer año como junior no fue lo esperado ni en carretera ni en el velódromo. En pista fui líder toda la Copa de España, hasta que en la última prueba me puse enfermo. Más tarde se me resistió el oro en los Nacionales. Raúl y yo hicimos buen papel, sin haber entrenado la madison ni un día pudimos hacer plata. Al año siguiente se vino a mi anterior equipo el Kometa. Con él he pasado la gran parte de la temporada, ya que hemos acudido juntos, tanto con la Selección Madrileña en pista y carretera como con la Selección de la RFEC en ambas disciplinas, y siempre nos hemos complementado muy bien. Nos conocemos muy bien y sabemos aconsejarnos el uno al otro para hacer buenas carreras.
- Lo del año pasado fue un salto de calidad mayor. Acabas 2º en la Copa de España de pista, te cuelgas en los Nacionales de Tafalla las platas de scratch y puntuación y los bronces en el kilómetro y persecución. Meses más tarde oro sub23 en los Nacionales absolutos de Valencia en puntuación. ¿Sabor agridulce por no vestirte de rojigualda en Navarra? ¿Valoras más esas 4 medallas que el oro sub23, o viceversa? ¿Por qué?
Lo que más valoro del ano pasado es la medalla de bronce en el Europeo de Gante. Todo esto se lo agradezco y es gracias a Raúl Mena. Me ha ayudado mucho y con él pudimos trabajar fuerte con este objetivo. Sí tuve un sabor agridulce al no poder ser campeón de España en los nacionales de Tafalla, ni tampoco hacer gran papel en los Nacionales de carretera en Asturias, ya que veníamos en un buen estado de forma. Pero semanas más tarde se dio la otra cara de la moneda y pude ganar el Campeonato de España sub23 de puntuación siendo aún junior.
- Cambio de tercio. Hablamos de la FMC. Valora el trabajo de los seleccionadores que has tenido (Carlos Castaño, Ángel Serrano, Lute Anguita, Antonio Pérez, Pablo Galán, etc)
Con Castaño estuve poco tiempo, porque poco después de entrar a la pista dejó de ser seleccionador. Ángel hizo un gran trabajo y es con uno de los que más aprendí. Hicimos una concentración con él en La Granja y nos enseñó mucho, los valores del ciclismo y cómo se corre en carrera. Lute es una buenísima persona y le tengo un montón de aprecio. Sólo he podido estar un año con él pero ha hecho un gran labor, es muy cercano con nosotros y nos ayudó mucho para los Nacionales de Asturias; con Antonio ha sido con el que más momentos he vivido, nos conocemos desde hace muchos años y nos llevamos muy bien. Con él desde pequeño me lo he pasado genial y nos hemos compenetrado muy bien. Me ha enseñado mucho en la pista y me ha ayudado un montón. Y con Pablo no he trabajado tanto porque se dedica a la especialidad de velocidad en la pista, pero es un gran persona, siempre en carrera me da muchos ánimos y es el que te saca una sonrisa en momentos malos de un Campeonato.
- Ahora que se ha abierto algo la veda con lo del tema del confinamiento. ¿Cómo has llevado este encierro y cómo te has organizado con la locura de los horarios para entrenar? ¿Cuáles suelen ser tus rutas de entrenamiento habituales y tus compañeros de grupeta?
El confinamiento no lo he llevado muy bien. Han sido días duros para mí, y además no me gusta montar en rodillo. Pero poco a poco al paso de los días lo he ido llevando mejor. Tengo la suerte de ser Deportista de Alto nivel y no tengo que entrenar en los horarios establecidos, así que a partir de ahora a disfrutar de la bici y a progresar como ciclista. Vivo en Madrid centro y mis entrenamientos suelen ser salir hacia la zona de la sierra. Al final te adaptas fácil en donde vives y cuando estoy fuera echo de menos entrenar por casa. Suelo entrenar con mi hermano y con amigos, casi nunca salgo solo, hacemos una grupeta grande y lo pasamos muy bien cuando salimos.
- Por cierto, ¿cómo viviste el estreno del palmarés profesional de tu hermano Gonzalo en la Vuelta a Andalucía? ¿Qué te comentó del desenlace?
Mucha emoción. Le he visto trabajar este invierno como ningún otro y sabía que algún día iba a llegar. Ese día me pilló de sorpresa, porque no conocía el final y verlo con mis padres por la tele es algo que siempre se queda grabado. Para mí es un plus muy grande, mi hermano es el que más me apoya y me ayuda mucho. La suerte pocas veces ha estado de su lado y ganar de esa manera se lo merecía; me da mucha motivación verle ahí y me da fuerza para seguir trabajando y soñar con algún día poder estar con él.
- ¿A quién admira Javier Serrano en esto del ciclismo, tanto en pista como en ruta? ¿Quiénes son sus referencias?
Mi ídolo siempre ha sido Bradley Wiggins, pero mis referentes son gente que conozco de cerca, como Dani Moreno. Para mí aparte de amigo es un ídolo y referente, suelo entrenar con él y tengo la suerte de seguir sus pasos y poder aprender desde cerca.