Llegan los Pirineos al Tour de Francia. Es el momento del Movistar, de Nairo Quintana, Alejandro Valverde y… José Herrada. El conquense es el único de los quince españoles de la Grande Boucle que se pone por primera vez uno de los dorsales más deseados para todos los que un día deciden dedicarse profesionalmente a este deporte. A sus 29 años (30 el 1 de octubre) debuta en la carrera más importante del mundo después de un bagaje de tres Giros de Italia (12, 13 y 14) y las dos últimas Vueltas a España. A la sexta le llega su, por fin, entrada en el escaparate más lujoso.
«Pues no sabía que era el único español que debutaba» responde sincero el mayor de los Herrada a la llamada de este medio respondida desde su habitación de hotel de Pau, en plena vigilia del arranque pirenaico. «Me enteré que por fin venía el lunes después del Campeonato de España. Ya estaba entre los trece preseleccionados y tenía mis opciones, pero hasta entonces no me lo confirmaron. La preparación ya la hice encaminada al Tour, participando en el Dauphiné y la verdad es que he llegado en el punto de forma que quería».
Una presentación que llega con doce meses de retraso. «El año pasado estaba previsto el Tour en mi programa, pero cuando al final se decidió que Nairo participara en el Giro, me fui con él. Este año ya estaba avisado de que estaba entre el grupo de elegidos y la verdad es que ya apetecía venir. Es una carrera que la llevas viendo desde que eres pequeño y joven y apetece estar, claro. Es el sueño de todos, pero también lo es estar en otras carreras importantes y jugar el rol que te corresponde».
Un profesional de su experiencia –octavo año profesional desde que debutara en 2008 en Contentpolis- ha tenido margen para la sorpresa y el impacto de todo un Tour de Francia. «Lo que más me ha sorprendido estas nueve etapas es la velocidad a la que se rueda en el llano y el estrés con el que se viven todas las etapas. Se pelea mucho más la posición en cabeza, se mete mucho más manillar y se valora más el tiempo. Un esfuerzo con el que quemas casi más energías mentales que físicas. Es otro nivel, todo es más grande, todo tiene más relevancia. Ahora en la montaña el estrés será diferente».
Otro de los detalles que siempre llama la atención es la ingente cantidad de público en las cunetas, una circunstancia a veces delicada. «Con tanta gente el peligro crece porque te llevas más de un golpe, que puede ser fatal cuando ruedas a 50 y 60 kilómetros por hora». Un público que quizás impidió la victoria en la contrarreloj por equipos. «El coche iba por un pasillo muy estrecho sin apenas visibilidad y no se dio cuenta de que nos habíamos cortado. Tampoco entre nosotros nos escuchábamos. Fue un fallo que pagamos quizás con el triunfo porque BMC y Sky no estuvieron físicamente por encima de nosotros».
Preguntado sobre el debate abierto por el mánager del BMC, Jim Ochowicz de reducir los equipos a 6 corredores, el castellano-manchego estima que «está claro que la seguridad ganaría, con 140 corredores en lugar de 200 buscando la cabeza, pero implicaría reducir plantillas y todas sus consecuencias. Ya se hizo en Polonia y Eneco Tour, pero con más equipos, por lo que al final el pelotón era igual de numeroso».
Su papel lo tiene muy claro el corredor de Mota del Cuervo. «Mi función es trabajar todo lo que pueda y sobre todo en estas etapas de montaña que empiezan ahora en La Pierre de Saint Martin. Hay que estar centrados porque va a haber muchos movimientos, es un puerto muy duro, largo ya veremos qué sucede porque veremos quién está bien y quién no. Froome es el líder está muy fuerte pero hay que esperar. Yo trataré de estar lo más arriba posible y a la expectativa de todo lo que pase hasta el final del Tour».
Con Froome de amarillo y la desventaja de los líderes del Movistar -casi dos minutos, Herrada cree que «no nos podemos volver locos ahora al principio. Hemos salvado bien la semana a pesar de perder tiempo en Zelanda y el resto de días hemos estado a la par que el resto. Nos toca recortar, pero quedan todos los Pirineos y los Alpes y sin arriesgar porque ésto se va a hacer muy largo. Paso a paso».
Un Herrada que llegó a Utrecht con su segunda victoria profesional -Klasika Primavera-, cinco años después de la primera en una etapa de la Volta a Portugal. «No me da más tranquilidad ni confianza. Lo que me dio es una gran alegría. La tranquilidad y confianza la tengo cuando sé que he hecho bien el trabajo. Entonces me doy por satisfecho. No me hace falta ganar. Si aparece la ocasión estaremos ahí, pero en este Tour sé a lo que tengo que estar». Y en París le darán ese carnet especial. «Lo del carnet te lo sacas en muchas carreras. Será anecdótico pero como a todos me ilusiona llegar a París y decir que he terminado las tras grandes. No era un reto que me había planteado, pero sí sabía que se podían dar bien».
Su hermano Jesús le pudo contar el año pasado su experiencia, pero en este 2015 no han coincidido. «Le echo de menos igual que a mi familia. Nos gustaría correr más veces juntos, pero tiene un perfil diferente al mío y debe buscar sus opciones en otras carreras». Un futuro que, no obstante, seguirá con el mismo maillot. «Tenemos que renovar los dos, estamos a gusto en Movistar y hay que valorar otras ofertas, pero tenemos claro que continuaremos juntos en el mismo equipo».
Tampoco coincidirán en Málaga en agosto. «En mi agenda no está prevista la Vuelta a España este año. Si acabo bien el Tour iré a la Vuelta a Burgos y luego ya no sé si iré a Gran Bretaña, Canadá…».