No fue 2023 una magnífica temporada para Juan Pedro López Pérez (Lebrija, Sevilla, 31 de julio de 1997, 26 años). Después de ganar la clasificación de los jóvenes en el Giro de Italia -único español de la historia- y portar el rosa líder varios días, él esperaba más de un año que se torció a las primeras de cambio con su caída, fractura y el miedo a subir de nuevo a la bicicleta y sobre todo bajar con ella en profesionales. Un contratiempo que le agrió un debut en el Tour de Francia lastrado por una bronquitis y una mejor Vuelta a España donde le faltó mayor nivel competitivo acabando el 17º. Por eso 2024 se presenta como un año clave para su carrera, con un equipo reforzado y, por ende, con mayor competencia que el andaluz convierte en motivación. Y con su objetivo perenne: poder estrenarse como profesional en su sexta campaña que inicia en el Down Under oceánico.
-No puede hacer un buen balance de 2023…
-No ha sido un año en el que me haya encontrado al ciento por ciento. Todo viene de principio de año con la rotura de clavícula. Para un ciclista es lo más fácil porque en dos días se arregla y en tres ya estás montado en la bici. La caída fue por culpa de una ráfaga de viento que me tiró.
-Pero a raíz de esa caída llegó su gran problema.
-Fue al principio de la temporada, pero lo malo es que al volver en la bici cogí miedo en las bajadas con la bicicleta. Le cogí miedo a entrenar en grupo. Recuerdo que al principio no podía ni soltarme de manos que es lo primero que hace un niño ahora en bicicleta. Son momentos difíciles que pasan en la carrera de un deportista. Fue un tema más de coger confianza en la bicicleta. Tenía miedo de volver a entrenar y de salir con más gente. Tuve bastante trabajo con el psicólogo del equipo y con Oscar Sáiz que me ayudó mucho. Y ya volví poco a poco.
-¿Cómo fue el trabajo específico con Sáiz, especialista español en descenso en bicicleta de montaña?
-Empiezas como cuando eres chico y debutas en las carreras de escuelas y las yincanas. Íbamos a un polígono y te pasabas allí toda la mañana. Te enseña cosas de la bici que las supones pero que nunca las pones a prueba. Nunca sabes realmente lo que es al ciento por ciento y luego te ayuda mucho a controlar la bicicleta. Y luego por la tarde íbamos a un puerto y bajaba y subía 1 kilómetro unas tres o cuatro horas. Luego ya en los entrenamientos igual que practicas las subidas también las bajadas. Siempre respetando el lado derecho claro. Había días que llegaba de entrenar por la mañana en Andorra y por la tarde me iba a un puerto que tengo cerca a entrenar las bajadas
-¿Cuándo se recuperó totalmente?
-A mitad del Tour de Francia ya me veía bien en las bajadas. A principio en la Volta a Cataluña y en el País Vasco era todo penurias. Antes de la Vuelta España estuve de nuevo con Oscar SáiZ y a partir de entonces ya me sentí en plenitud.
-¿Cómo fue su debut en el Tour de Francia?
-Tenía muchas ganas, pero empecé a estar enfermo desde la primera semana. Cogí bronquitis que tuve que mitigar con antibióticos. Es una carrera bonita a nivel mediático, de la gente. También fue un Tour bonito con la victoria de Mads Pedersen y el maillot de la montaña de Ciccone. El Tour de Francia fue especial por ser el primero aunque no tuve mi mejor versión. Entró también el patrocinio de Lidl y fue todo bastante bien.
-¿Fue su mejor momento la Vuelta a España?
-Me encontré mejor, pero me faltó un puntito más. No ha sido un año que le dé un 10 pero tenemos otra oportunidad por delante y bonita este año. Me faltó meterme en alguna fuga para estar en el top 15 de la general. Mi objetivo era ganar una etapa. En una fui con Remco [Evenepoel] en fuga pero con él es imposible. El día después de perder tiempo en el Tourmalet me fui con él para tratar también de coger la montaña pero lo quería todo y no hubo nada que hacer.
-¿Qué ha supuesto la entrada de los supermercados Lidl como patrocinador principal?
-Pues hay corredores nuevos por todos lados. Nueve ya es casi como un equipo nuevo. Por dentro ha cambiado mucho también y se ha incrementado el personal como es normal. Tanto en entrenadores como en nutricionistas. Hoy en día no solo montarte en la bici y dar pedales hay mucho trabajo por detrás.
-¿Esta competencia le supone mayor presión?
-Este año voy a dar el ciento por ciento de mí y mejorar todo lo posible en todo tanto en entrenamiento como descanso, recuperación y nutrición. Dar todo lo posible. Tengo muchas ganas de que empiece este año. La llegada de estos corredores supone más motivación para mí porque creo que el equipo lo puede hacer mucho mejor a nivel de las clasificaciones generales. No solo es más motivación para mí sino creo que para todo el equipo para estar todos delante.
-¿Es complicado ganar a los Vingegaard, Pogacar, Roglic y Evenepoel?
-Tenemos un buen equipo y se presenta un año bonito. Sabemos que en el ciclismo de hoy en día solo ganan cuatro o cinco corredores. Hemos de ver si juegan las cartas de otra manera. Nosotros sabemos que tenemos que jugar a la contra de ellos.
-¿Ya tiene perfilada su campaña?
-Empiezo en Australia. Es una carrera que ella debuté pero me apetecía volver. Además estamos ahí desde un mes antes de la carrera y viene muy bien para entrenar. Espero hacerlo bien. Quiero llegar bien y a ver cómo salimos de aquí. Luego estaré en el UAE Tour y ya después preparar el Giro de Italia al lado de Ciccone.
-¿Y Vuelta a España?
–Ya veremos porque ya llevo varios años haciendo dos grandes vueltas. A lo mejor este año solo una. No lo descarto a día de hoy, pero ya lo veremos después del Giro de Italia tranquilamente y ver cómo recupero.
-¿Cuál le gusta más de las tres ahora que las conoce todas?
-El Giro siempre es una carrera especial para mí y a la que le tengo mucho cariño por lo que conseguí en 2022. No lo puedo comparar con la Vuelta España porque también le tengo cariño porque es la carrera de casa. Cada una de las tres grandes vueltas tiene su encanto. Como más bonita de las tres… Los Dolomitas son muy bonitos. España y Francia tienen paisajes espectaculares… No me podría decidir por una sola.
-¿Le gustaría estar en el Mundial de Zúrich?
-No he estado en ningún Mundial, pero entrar en la selección española siempre es difícil. Ya estuve un año y me gustaría estar otra vez. Por qué no hacerlo bien ya estar en Zúrich.
-Se han ido Jon Aberasturi y Marc Brustenga y llega Carlos Verona. ¿Qué puede aportar al Lidl?
-Es una pieza clave para el equipo y para los hombres que disputen las generales. Es válido para cualquier terreno como lo vimos el año pasado en el Giro. Vale tanto para tirar en llano como en subida. El equipo ha hecho un buen fichaje.
-Le repito la pregunta del año pasado. ¿Dónde le gustaría estrenarse por fin?
-Levantar los brazos en cualquier carrera. Me da igual que sea ahora al principio que al final de temporada, pero intentarlo siempre porque es algo que me falta y que tengo muchas ganas.