Ciclo21 Portal de ciclismo
Kiryienka, con su oro contrarreloj 2015 © Sky
Vasil Kiryienka (1981) ha puesto el punto y final a una etapa ejemplar como ciclista profesional. Su principal virtud, y por la que era valorado, era por su trabajo de gregario para sus líderes. Aun así, logró grandes triunfos entre los que destaca el oro en el Campeonato del mundo contrarreloj 2015 y cuatro etapas en grandes vueltas, tres en el Giro de Italia y una en la Vuelta a España.
Un problema cardiaco ha afectado a su rendimiento el último año para seguir al más alto nivel. Atrás, deja una carrera que empezó en la pista, proclamándose campeón del mundo de puntuación en 2008 y que siguió en la carretera con los equipos Tinkoff (2007-2008), Caisse d’Epargne/Movistar Team (2009-2012) y Team Sky/Ineos (2013-2019).
Su oro en el Mundial 2015 fue la guinda a su carrera, plata en 2016 y bronce en 2012, y otros dos podios con el Team Sky por equipos. «Estoy satisfecho con mi trayectoria. He conseguido victorias y algunas importantes, como cuatro etapas en las grandes vueltas. Y sobre todo tengo el podio completo del Mundial contrarreloj y también fui campeón del mundo en pista. Los últimos años he vivido esperando a los Mundiales porque era una buena oportunidad de lucirme. Tengo alguna cosa para recordar. Los últimos 12 años he corrido en la élite, en las carreras más importantes y al máximo nivel. Y he podido disputar carreras para ganar el equipo y yo», destaca.
Efectivamente, se distinguió como un hombre de equipo y arropó a Chris Froome en las victorias del británico en los Tour 2013, 2016 y 2017 y en el Giro 2018, así como a Alejandro Valverde en la Vuelta a España de 2009. «Me quedo con el Tour que ganó Chris en 2017. Fue un orgullo formar parte de un grupo de compañeros tan fuertes y unidos. Si no recuerdo mal, el equipo defendió el maillot de líder en todas las etapas, salvo cuatro, primero con Geraint y luego con Chris hasta París. Fue el momento más grande de mi carrera porque fue muy importante sentirme parte de todo ello», afirma. «Ellos podrán valorar mejor mi trabajo. Eso sí, a mis niños les podré decir que estuve al lado de grandes corredores que hoy siguen en activo y que les ayudé a conseguir triunfos», añade.
Su último equipo © Ineos
El balance de su carrera por tanto es positivo y en su despedida señala cuatro nombres: «Me queda un buen recuerdo sin duda. He tenido la suerte de tener gente muy buena a mi lado y no puedo quejarme de nada. Pienso que mi comportamiento ha sido bueno y a la vez me he sentido apoyado. Tengo solo agradecimientos sobre todo a cuatro personas que me han ayudado en este camino. El primero es Oleg Tinkov que me ayudó muchísimo en un momento difícil para mí, cuando no tenía claro si continuar en la carretera y el ciclismo en general. Eusebio Unzue me dio la oportunidad de disputar el mejor calendario; conseguí algunas victorias y pude trabajar para un líder como Valverde, además de poder conocer España que siempre estará en mi corazón. Tampoco puedo olvidar a mi representante, Giuseppe [Acquadro], que siempre ha estado mi lado y que me abrió la puerta de los mejores equipos. Y qué decir de Dave (Brailsford), él y el equipo me han apoyado en todo momento, y también ahora, para mejorar mi salud y tener una buena vida en el futuro».
Desde que recaló en el Caisse d’Epargne y en su etapa en el Ineos, Pamplona fue su lugar de residencia cuando viajaba desde Bielorrusia. «Por encima de todo, Pamplona es un sitio especial. He viajado mucho por España y Pamplona es diferente en una España diversa. Me gusta el ambiente, la cocina, la gente, el modo de vida, la tranquilidad. Sin duda que volveré, tengo buenos recuerdos y siempre he estado a gusto. He tenido amigos con los que he compartido buenos momentos. Txente, Arrieta, Zandio, Imanol Menchov, Karpets, los Henao, Rigo, Nieve… Una grupeta de gente muy buena y sobre todo muy buena compañía», recuerda.
En total, disputó 20 grandes vueltas, siete ediciones del Tour de Francia, siete del Giro de Italia y seis de la Vuelta a España, así como 18 Monumentos. «Ahora quiero pasar un tiempo con mi familia, descansar del modo de vida que ha sido de un atleta. Los niños tienen una edad en la que necesitan un padre. Seguro que seré un aficionado más el ciclismo, un espectador en principio», concluye.
Eres uno sino el mejor gregario que han visto mis ojos, capaz de destruir un pelotón entero en segundos, capaz de echar por tierra cualquier fuga sin importar el tiempo que llevasen, capaz de hacer al frente una etapa sin importar el terreno, gracias por brindar tanto por el ciclismo Kiryienka.