Quedan poco más de dos semanas, exactamente 16 días, para que arranque una nueva edición del Tour de Francia y, si hacemos caso a lo que ha reiterado en más de una ocasión Patrick Lefevere, para la fecha en la que, en caso de no encontrar un sucesor potente para Quick Step, se firme la sentencia de muerte de una de las estructuras más longevas e importantes del ciclismo.
GB-Maglificio, Mapei, Domo, Farm Frites, Davitamon, Etixx o Quick Step han sido los patrocinadores principales que a lo largo de las últimas décadas han mantenido el altísimo nivel de una escuadra que se ha caracterizado principalmente por su buen hacer en el calendario clasicómano, pero al que no le faltan triunfos en todos los frentes. Este año, sin ir más lejos, los corredores de Lefevere son, con 31 triunfos, los más laureados del pelotón internacional con dos victorias más que BMC y cuatro más que Movistar.
Y aunque cada vez que ha sido preguntado al respecto el mánager belga ha asegurado que “las conversaciones van por buen camino”, la fecha que él mismo se puso como tope y que sus corredores han respetado (y siguen haciendo) se acerca sin que, por el momento, se haya oficializado ningún acuerdo, aunque también es cierto que no son pocos los rumores que apuntan a que la continuidad de la escuadra, con el dinero de Zdenek Bakala de por medio, no está en peligro.
En cualquier caso, y tras guardar un hermético silencio al respecto mientras sumaban triunfo tras triunfo, la paciencia de la plantilla parece estar agotándose al mismo ritmo que el plazo fijado por el propio Lefevere para oficializar su continuidad o su muerte. Hasta ahora, nadie había levantado la voz en este sentido, pero Marcel Kittel ha destapado lo que, evidentemente, era un secreto a voces: son muchos los corredores de Quick Step Floors los que están recibiendo ofertas de otros equipos y los oídos están cada día más atentos a esas propuestas.
Al parecer, en la agenda de Lefevere aparece hoy una reunión con los corredores de su equipo que están presentes en el ZLM Toer holandés y Kittel no oculta que “estoy muy curioso por saber qué es lo que Lefevere tiene que decir. Y no hablo sólo por mí, sino también por los demás corredores del equipo”.
Kittel es, con ocho triunfos, el segundo corredor que más veces ha levantado los brazos en este 2017, superado únicamente por el todopoderoso Alejandro Valverde, que ha sumado once victorias hasta el día de hoy. Por ello, las palabras del alemán, justo en este momento en el que el caldero de los fichajes de cara a 2018 comienza a llegar al punto de ebullición, son todo un síntoma del ambiente entre la plantilla del conjunto belga.
Kittel no niega tener sobre su mesa diversas ofertas entre las que destaca la de Katusha-Alpecin. “Es lógico. El resto de equipos también son capaces de darse cuenta de que vivimos un momento de inseguridad y eso hace que se empiecen a apretar un poco los tornillos”. Y si ese aviso no fuese lo suficientemente claro, Kittel no deja lugar a dudas: “en este mundillo es importante, en ocasiones, pensar en uno mismo”.
Pese a lo dicho, el corredor alemán quiere seguir fiel al pacto de caballeros alcanzado con Lefevere y esperar a que venza el plazo que el mánager se autoimpuso. “No hay nada concreto ni cerrado y, para despejar cualquier tipo de duda, me encantaría poder continuar mi carrera deportiva junto a Patrick”.