Kuurne-Bruselas-Kuurne: Boonen acalla rumores

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Nicolás Van Looy / Ciclo 21

Había una gran necesidad de reivindicarse. Tras el fiasco de ayer en el Omloop Het Nieuwsblad, donde únicamente Niki Terpstra fue capaz de salvar los muebles, el Omega Pharma-Quick Step y, sobre todo, su líder natural Tom Boonen tenían la imperiosa necesidad de volver a meter miedo a sus rivales, como ya lo hicieran en las carreras de preparación en Argentina y Oriente Medio. Su nula presencia en la carrera inaugural de las clásicas flamencas había hecho sonar todas las alarmas en su país, donde todos los medios comenzaron a especular con los motivos de su bajo rendimiento, llegando incluso a decir que Boonen no estaba tan bien cómo daba la impresión sólo 24 horas antes. Hoy, tras su triunfo en la Kuurne-Bruselas-Kuurne (KBK) todo es distinto.

La carrera, que el pasado año tuvo que ser suspendida por el mal tiempo, no se disputó bajo el sol o el calor, pero sí que contó con una sensible mejora climatológica respecto al Circuito Het Nieuwsblad. Sin lluvia y con el mercurio en valores algo superiores a los que marcaba 24 horas antes, en esta ocasión fue el viento el encargado de endurecer el recorrido.

A falta de unos 70 kilómetros para la línea de meta se produjo el movimiento que, finalmente, iba a decidir la carrera. Omega Pharma-Quick Step y Belkin fueron capaces de organizar una fuga de diez hombres. Entre ellos, se contaban cinco de los grandes nombres del equipo de Lefevere como son Boonen, Vandenbergh, Van Keirsbulck, Maes y Trentin; tres del conjunto holandés como Hofland, Vanmarcke y Wynants. Yves Lampaert (Topsport Vlanderen) y Johan Van Summeren (Garmin), como convidados de piedra, cerraban la nómina de escapados.

Durante los primeros compases de esa fuga se vieron momentos de auténtica tensión tanto en el grupo delantero como entre los perseguidores. Todos querían referencias, pero la ausencia de ‘pinganillos’ impedía a los directores dar órdenes o informar a sus pupilos sobre la evolución de la escapada. Por un lado, los Boonen o Vanmarcke, claros favoritos al triunfo, se mostraban ansiosos por saber si la ventaja subía para seguir dando gas o, por el contrario, dejar de esforzarse inútilmente y tirar, de esa manera, la carrera por la borda. Por detrás, equipos como Katusha, Sky o Lotto se lamentaban de no haber podido meter ninguna unidad
en esa escapada y sus hombres preguntaban desesperados si sus esfuerzos por reducir la distancia eran efectivos.

Así gana Boonen © Omega Pharma

Así, con las únicas referencias de los comisarios desde las motos, pasaban los kilómetros hasta que, a falta de poco más de 40 a meta, la ventaja se estabilizó en torno al minuto. Desde ese momento y hasta el final, tanto por delante como en el grupo perseguidor, todo giró alrededor del mantenimiento de la velocidad. Entre los escapados, con dos equipos ampliamente representados, tanto Omega Pharma como Belkin no dudaron en colaborar y ninguno racaneó en los relevos.

Cada vez estaba más claro que Boonen tendría que jugarse la victoria en una de sus situaciones favoritas: un sprint en un grupo pequeño (del que cuatro de sus componentes iban a trabajar para él). Parecía que el único rival posible era Hofland, que fue el elegido por Belkin para disputar el sprint. A falta de 3 kilómetros para el final, cuando se esperaba que Lampaert o Van Summeren lanzaran su ataque suicida (y sin ningún futuro) a sabiendas de que no podrían hacer nada en un sprint con la letal compañía que llevaban, fue Wynants el que quiso desgastar un poco las fuerzas de los compañeros del ídolo local. Un ataque seco que desde el primer momento estuvo condenado al fracaso, pero que consiguió desgastar un poco a los Omega Pharma durante no más de 500 metros. Casi acto seguido fue Vandenbergh el que dio la réplica por parte del conjunto belga. Dos movimientos de cara a la galería que no iban a influir en nada en el resultado final.

Ya en la recta de meta Tom Boonen lanzó el sprint a falta de 250 metros para el final. Moreno Hofland, muy atento, se soldó a su rueda y protagonizó un sprint perfecto. No se despegó de Boonen ni un milímetro hasta que a unos 150 metros de meta decidió intentar batirlo por la izquierda. Por un momento parecía que a Boonen el sprint se le hacía demasiado largo y que la remontada de Hofland culminaría con victoria, pero finalmente, por algo menos de media rueda, ‘Tornado Tom’ se anotaba su tercer triunfo en la Kuurne-Bruselas-Kuurne tras los obtenidos en 2007 y 2009.

El propio Boonen reconocería minutos después que “tenía previsto comenzar el sprint a falta de cien metros, pero pensaba que Belkin haría sprintar a Sep (Vanmarcke) y al ver que no era él al que llevaba en mi rueda me he despistado. Por eso he empezado a acelerar demasiado pronto y casi me cuesta la victoria”. Pese a la aparente comodidad de viajar en una fuga en la que su equipo representaba la mitad del grupo, Boonen aseguró que “no fue nada fácil. Con cinco hombres en un grupo de diez sabes que sólo tienes cosas a perder. Durante los últimos kilómetros íbamos hablando y pensando dónde nos atacarían. La verdad es que esperaba algo más por parte de los Belkin, pero pese a que no se decidieran a atacarnos el final fue muy duro. Con el viento en contra tuvimos que trabajar mucho y muy duro para mantener la ventaja”.

Por su parte, Moreno Hofland reconocía que “al principio del sprint dudé si ir por la derecha o por la izquierda y eso me hizo perder algo de terreno, pero no he podido hacer más. Existía una gran posibilidad…. bueno, existía la posibilidad de ganar y para eso hemos trabajado. Pero tenemos que ser conscientes de que perder contra Tom Boonen no puede ser una decepción. Creo que hemos hecho un buen papel”.

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Previa Ciclo 21

Puntos TOP Ciclo 21: Egoitz García, 2 (primer español 1.1)

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