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Quedan 126 días para uno de los días más importantes de la temporada y el aeropuerto internacional de Bruselas ha acogido esta misma tarde el acto de presentación de la 100ª edición de la Vuelta a Flandes, la clásica entre las clásicas que se disputan en territorio belga flamenco y, junto a la París-Roubaix, el máximo exponente de lo que viene a llamarse ciclismo de adoquines. Será esta, la del centenario, una edición caracterizada por el continuismo de una propuesta de recorrido que, tras varias temporadas, ya empieza a ser considerada, de nuevo, como el ‘trazado clásico’ por parte de aficionados, corredores y prensa.
Serán exactamente 255,9 kilómetros los que deberán de completar los participantes de la ‘Vlaanderens Mooiste’ el próximo 3 de abril. Durante esa distancia, acometerán un total de 18 subidas y pasarán sobre siete tramos adoquinados, lo que unido al impredecible clima de la primavera belga, serán los que se encarguen de añadir dureza a uno de los cinco Monumentos de la temporada.
Brujas volverá a ser escenario de la salida y, por primera vez en mucho tiempo, no contará con un ‘Pueblo de la Vuelta’ [Dorp van de Ronde], un reconocimiento que será sustituido por una serie de actividades a organizar en cada una de las localidades de paso de la carrera donde haya nacido o vivido un corredor importante en la historia de la misma. El mayor evento se organizará en Tielt, de donde procede Roger Decock, el ganador de la vuelta más antiguo todavía con vida –ganó la edición de 1952– y que será homenajeado junto a otros corredores como Eddy Merckx.
Tras esos primeros kilómetros de aproximación, el pelotón se adentrará en las Ardenas flamencas, donde se volverá a repetir la misma receta de las últimas ediciones con la única excepción de la exclusión del tramo adoquinado de Holleweg, que será sustituido por el de Jagerij. Este cambio llega obligado después de que el organizador haya querido mantener el Molenberg en el trazado a pesar de las obras que se están realizando sobre su firme.
Los momentos que decidirán la carrera volverán a ser, como ha sucedido estos años, los tres pasos por el Viejo Kwaremont y las dos ascensiones al Paterberg. La puerta a la parte final de la carrera volverá a ser el Koppenberg, situado a únicamente 45 kilómetros para el final. Desde ese punto, el pelotón encadenará el Steenbeekdries, Taaienberg, Kruisberg, Viejo Kwaremont y Paterberg antes de llegar a la línea de meta de Oudenaarde.
Tom Boonen y Fabian Cancellara, siempre que les respeten las caídas y las lesiones, tendrán este año, una vez más, la gran oportunidad de hacer historia y convertirse en el primer corredor en alcanzar las cuatro victorias en una de las carreras más importantes y míticas de la historia del ciclismo. Además, los aficionados españoles tendrán este año una nueva excusa para ver la carrera flamenca ya que Alejandro Valverde debutará, por fin, en la Vlaanderens Mooiste.