La 10ª edición de la Volta Menorca BTT ya ha cumplido su ecuador después de la primera etapa nocturna del viernes 9 en Ciutadella y la segunda -ya diurna- en Es Migjorn Gran. Restan en el programa este domingo la 3ª en Alaior y la 4ª el lunes 12 ede nuevo en Ciutadella, repitiendo la etapa de la primera edición a modo de homenaje.
Ayer después de la presentación oficial, más de 400 participantes y 70 guías fueron los protagonistas, una cifra respetable ya que en la etapa nocturna siempre provoca más respeto y no son todos los bikers a los que les gusta rodar de noche.
Los primeros llegaron antes de lo previsto, sobre las 23 horas, un indicativo de que en las primeras etapas -la inicial era de 32 kilómetros- se notan las ganas y la energía. Destacar que se pasó por una parte muy conocida del Camí de Cavalls de los ciclistas de poniente, como era el tramo de Cala Morell hasta la Vall, aunque de noche, todo se percibe muy diferente. Lo más complicado técnicamente era el guijarral (codolar) de Biniatram donde se vieron numerosas caídas sin importancia.
Aunque no llovió si se hacía notar el viento, pero sin molestar significativamente. Terminada la parte de La Vall se dirigieron hacia la Naveta des Tudons, el primero de los monumentos que se visitaba en el apoyo de la candidatura de Menorca Talayótica. Al tratarse de un día sin luna, dificultó un poco más la ruta, pero los ciclistas llegaron dentro del horario previsto. A las 23:30, media hora antes de lo esperado, llegaban los últimos.
Segunda etapa: Es Migjorn Gran
La etapa de hoy salía desde Es Migjorn Gran a las 10 de la mañana con una distancia de 50 kilómetros, bastante dura en cuanto a desniveles, pero muy ciclable en su conjunto.
Esta etapa prometía ser la más bella y variada en cuanto a paisaje en su conjunto e inédita para muchos bikers menorquines con el paso del camino desde Pou Vell (Pozo Viejo) hasta el camino de Biniaztem a la salida de la etapa. También muy interesante estéticamente fue la subida por el antiguo camino San Pere de Ferreries. Muy destacables también el encinar de Sa Canova y San Pedro des Mercadal. Para terminar algunos bikers veteranos destacaban también la parte de Deià Vell hacia el barranco de Canesias.
Dos participantes de Barcelona comentaron en la meta que les había sorprendido muy gratamente, afirmando que «no será la última Vuelta en la que participemos» y destacaron la buena organización y la experiencia vivida.
Algunas averías -con algún cuadro roto-, y también en la parte final, entre Binigaus y Migjorn, aparecieron los temidos calambres entre los participantes por la exigencia de la etapa debido a la importante subida entre la playa y el núcleo.
La jornada terminó antes de lo previsto ya que el grupo rodó muy compactado. Así los últimos bikers llegaron a Migjorn una hora antes de lo esperado por lo que a las 15 horas los encargados de desmontar la zona de llegada ya terminado su trabajo. Muy pocos fueron cortados y los de delante lanzaron a todo el grupo a un muy buen ritmo, lo que demuestra que los participantes habían hecho caso a las indicaciones y se habían preparado a conciencia para este año. Sólo los más veteranos se quejaban de mirar el reloj para no sufrir los recortes de no hacer toda la etapa.
Además de la prueba, también se celebró la primera etapa, de las dos previstas, de promoción. Medio centenar de chicos menores de 15 años se han enfrentado a una etapa de 20 kilómetros (para los del primer nivel) y 12 (para los del segundo) por el sur de Migjorn. Han disfrutado de lo lindo y no ha habido ningún contratiempo significativo llegando junto con la llegada de la etapa de los adultos.
GALERÍA DE FOTOS © Kike Cardona / Niní Marqués