Han pasado ya más de cuatro años desde que el triunfo de Michal Kwiatkowski en la prueba de fondo en carretera elite masculina pusiera el punto y final, al menos en lo deportivo, al Campeonato del Mundo de Ponferrada, el último de los siete que se han celebrado en España desde que en 1927 Nürburg (Alemania) acogiera la primera cita mundialista oficial. Han sido cuatro años en los que el evento o, mejor dicho, la gestión económica del mismo, han sido fruto de muchos debates, enfrentamientos políticos e investigaciones por parte del Tribunal de Cuentas.
En un primero momento, ya en el mes de octubre de 2014, los grupos de la oposición en el ayuntamiento de Ponferrada calcularon en 6 millones de euros el agujero económico de la cita mundialista para las arcas municipales. Problemas, los de hacer que estos carísimos eventos se conviertan en rentables para la ciudad o región que los organiza, que no son exclusivos de la localidad castellanoleonesa. Tres años después de Ponferrada, el circo ciclista de los arcoíris viajó a Bergen (Noruega) con un tremendo éxito de público, que abarrotó las cunetas durante toda la semana mundialista; pero que no evitó un calamitoso fracaso económico que ha terminado con la bancarrota y quiebra del ciclismo noruego.
En el caso de Ponferrada, la última en sumarse a las voces críticas hacia la celebración del Mundial ha sido, precisamente, la alcaldesa de la ciudad, Gloria Fernández Merayo, que en declaraciones a la COPE ha asegurado que “creo que es algo que nunca tuvo que celebrarse”.
La primera edil ponferradina justifica esta opinión asegurando que “Ponferrada no tenía el dinero. Así lo advirtieron los servicios económicos”. Además, Fernández Merayo va más allá del mero aspecto económico y tilda la prueba de “desastre organizativo que está trayendo y va a traer muchos problemas a este Ayuntamiento”.
Cabe recordar que el Mundial de Ponferrada se puso en marcha con el popular Carlos López Riesco ocupando la alcaldía de la ciudad. López Riesco fue desalojado de la alcaldía el día 8 de marzo de 2013 tras una moción de censura presentada por el entonces portavoz socialista, Samuel Folgueral, que terminó aquella legislatura y, por lo tanto, fue el primer edil durante la celebración mundialista.
Folgueral perdió las elecciones de 2015 ante Fernández Merayo, que explica ahora que la gestión de aquellos dos equipos de gobierno ha terminado con “un requerimiento de la Fiscalía del Tribunal de Cuentas que vamos a contestar antes del día 30”. La alcaldesa de Ponferrada considera que “en su día habría que haber sido valientes y decir no podemos hacerlo y explicárselo a la gente”.
Estamos llenos de políticos con la mente fantasiosa que quieren Acer cosas grandes con el dinero de otros no se sabe el porqué si es para ser recordalos como reyes o como la Mayoria para ver porque agujero se pueden envolsar un dinero sin que nadie se entere lo que da pensar esque la mayoría de los políticos sólo se meten ay por dinero fácil que se consiguen muchos aparte de sus sueldos sobre todo por las obras y licencias
Estoy de acuerdo en que nunca se tenía que haber celebrado el mundial con las condiciones de entonces. Además lo que más me indigna es que se organizó para los 4 señoritos y 4 pijos de Ponferrada que no tienen ni pajolera idea de deporte y aún menos de ciclismo y que les dieron barra libre en todos los eventos y actos, y a los que realmente nos gusta y practicamos el ciclismo, nos dejaron fuera de todo, una vergüenza del ayuntamiento. Si la alcaldesa actual quiere hacer algo por la población de a pie de Ponferrada, que empiece por ayudar de verdad a las personas con discapacidad, de cualquier tipo, y que no ayuden sólo a los extranjeros más que a los españoles, y no soy para nada xenofobo, pero es que tienen más ayudas que los propios españoles. Feliz año.