En un acto celebrado en el Azkuna Zentroa de Bilbao, la Fundación ha presentado su ilusionante nueva etapa con un objetivo claro: volver a hacer vibrar a los aficionados de Euskadi en las mejores carreras del mundo con una escuadra compuesta íntegramente por ciclistas formados en la Fundación.
“Ilusión”. “Pasión”. “Cantera”. “Ambición”. Éstas han sido las palabras más repetidas en el acto que que ha servido a la vez para celebrar los 25 años de la Fundación Euskadi y para abrir el telón de la temporada de su equipo ciclista, que este año competirá en categoría continental.
Un acto que ha contenido grandes dosis de emoción, en particular con el reconocimiento de la labor de todas las personas y entidades que han hecho posible la tarea de la Fundación Euskadi durante estos casi 25 años. En particular, la figura de Miguel Madariaga, que ha sido el alma de la Fundación durante más de dos décadas y que, en esta nueva etapa, cede el testigo a Mikel Landa, nuevo presidente de la Fundación Euskadi desde el pasado mes de septiembre.
Jon Fernández, director general de Orbea, ha recordado el compromiso de la firma con el proyecto de la Fundación Euskadi desde su mismo nacimiento: “En estos 25 años, Orbea siempre ha estado ahí. Significamos la garantía de que Orbea ha apoyado, apoya y apoyará a la Fundación Ciclista de Euskadi”.
Tras repasar las trayectorias paralelas de la Fundación y de Orbea como dos proyectos que han crecido desde valores y raíces fuertemente ancladas en nuestro territorio, Jon Fernández se ha dirigido a Mikel Landa para afirmar que “ya conseguimos hacer realidad una vez la utopía de un equipo de ciclistas vascos compitiendo en pie de igualdad con los grandes equipos internacionales, y volveremos a hacerla realidad. Cuentas con nuestra garantía”.
Por su parte, Patxi Rodrigo, director de Etxeondo, ha destacado la “ambición” del proyecto de la Fundación Euskadi en esta nueva etapa: “Volver a llevar al ciclismo vasco a esas cimas donde siempre debería estar”. Cimas como Alpe d´huez o Luz Ardiden, que un día se tiñeron de naranja, el color que durante muchos años “impregnó los corazones de la afición vasca”.
La ambición es “revivir ese sueño”: “Sabemos que no será fácil”, ha confesado Patxi Rodrigo, haciendo un llamamiento al “apoyo de todos”: “Los rugidos de la ‘Marea Naranja’ serán imprescindibles. Instituciones, empresas… Sabemos que estaréis ahí, porque juntos somos más fuertes”, concluía.
Por último, Mikel Landa ha recordado los motivos que le han llevado a asumir la presidencia de la Fundación: “Impulsar el ciclismo vasco y devolver a la Fundación Euskadi todo lo que me ha dado”. El nuevo presidente de la Fundación Euskadi ha manifestado su deseo de “contagiar la ilusión con la que estamos empujando este proyecto” a todas las personas, empresas e instituciones que quieran colaborar con él. “No me imagino un ciclismo sin la Fundación Euskadi”, ha afirmado.
Mikel Landa ha querido dar las gracias a todas las personas – “fundadores, socios, ciclistas, empresas, instituciones…”- que en estos 25 años han hecho posible que ciclistas formados en la Fundación Euskadi hayan tenido la oportunidad de brillar en las mejores competiciones ciclistas del mundo: “Tengo el sueño de volver a ver a la Fundación Euskadi en lo más alto”, ha finalizado.