Hace ahora un año, este mismo periodista analizaba el impacto que el regreso de la Volta a la Comunitat Valenciana, de la mano de Ángel Luis Casero, podía tener sobre el calendario internacional y, especialmente, sobre las carreras que en el entorno del Golfo Pérsico habían nacido sin cimiento alguno más allá del fajo de petrodólares que algún jeque, seguramente construyendo un sueño olímpico, quisiera poner sobre la mesa.
Pues bien, un año después de aquellas –ahora ya se puede decir– acertadas líneas, la UCI anunciaba ayer la suspensión de la Vuelta a Catar por problemas económicos y eso, la desaparición de la ronda catarí, ha dejado a más de uno con su programa de preparación hacia los grandes objetivos del año muy comprometido.
Uno de los grandes nombres que tenía previsto comenzar a soltar las piernas en Catar era Tom Boonen. El belga, que dirá adiós al ciclismo profesional el próximo día 9 de abril en el Infierno del Norte, ha planificado todos y cada uno de sus días desde que terminara la temporada 2016 en el mundial de Doha, en base a lo que tenía que hacer para llegar en perfectísimas condiciones a la Vuelta a Flandes y a la París-Roubaix y ese camino le tenía que llevar en febrero al calor del desierto, pero eso ya no será posible.
Esta circunstancia, que para un vueltómano podría ser un contratiempo sin ninguna importancia, es un auténtico drama para el belga, que tiene planteada una apuesta a todo o nada sobre esta primavera, pero, como todo en la vida, esto también tiene solución y esa solución se llama Volta a la Comunitat Valenciana.
Así lo ha confirmado esta misma tarde en Loenhout, donde se encontraba acompañando en el Azencross a Zdenek Stybar, Wilfried Peeters, director deportivo del Quick Step Floors, que aseguraba que “la desaparición de Catar es un problema para Tom y en los próximos días vamos a tener que rehacer parte de su calendario”. El técnico belga no escondía que “Valencia es una solución. ¿Si es la más factible? Sí, en estos momentos Valencia parece la mejor opción para que Tom Boonen complete sus días de competición antes de De Ronde y Roubaix”.
Un camino, el de cambiar el sol del desierto por el del Levante español, que seguro que no seguirá únicamente Boonen sino que, gracias a la desaparición de Catar, la nómina de participantes en la Volta a la Comunitat Valenciana va a crecer enormemente en calidad.