Redacción / Ciclo21
La joven ciclista de Torrevieja Sandra Alonso (26 años) ha dado un gran salto de calidad durante el año 2024. La ciclista FER ha mostrado una gran progresión en una temporada en la que también sufrió algunas decepciones, como no conseguir el oro en la crono individual del Campeonato de España o no ser seleccionada para disputar los Juegos Olímpicos de París.
La deportista torrevejense no ganaba una prueba de carácter internacional desde 2021. En aquel momento, se adjudicó una etapa de la Semana Ciclista Valenciana. En 2024, Sandra Alonso ha acumulado tres triunfos. Un viernes 15 de marzo, conquistaba la segunda jornada del Tour de Normandía, en Francia; un domingo 30 de junio, ganó la sexta y última etapa de la Thüringen Ladies Tour, en Alemania; por último, más recientemente, un domingo 20 de octubre, firmó su éxito más prestigioso al imponerse en el Tour de Guangxi, en China, prueba perteneciente al World Tour femenino. Alonso ha despegado. Ahora, de cara a las próximas temporadas, ha de adquirir una mayor continuidad. Ese es su reto.
Yo hablaría de un paso adelante. De un gran paso adelante. Obtener tres victorias en una temporada, y que una de ellas haya sido en una prueba del World Tour, es un buen balance. Cada año, me planteo dar un saltito más. Esa es mi filosofía. No hay duda de que así ha sido en 2024.
Una enorme alegría, pero, sobre todo, una inyección de confianza. Me he demostrado que estoy en el buen camino, que soy competitiva, que en estas carreras de un día puedo enfrentarme de tú a tú, sin complejos, con las mejores. Y también ha significado una mayor proyección, una mayor repercusión. Ganar una carrera del World Tour siempre tiene un eco mucho mayor.
Los dos grandes objetivos de 2024 eran, en efecto, el oro en el Campeonato de España y el billete olímpico. En ambos, me quedé muy cerca. Logré la plata en el Nacional y fui reserva para los Juegos. Ahora, en efecto, he de ser más regular, alcanzar una mayor continuidad, evitar altibajos. Ganar es muy difícil, pero sí he de conseguir estar más arriba en más pruebas.
Claro. Sin perder las características de rodadora, que son mi punto fuerte, el subir un puntito en la montaña siempre es bueno. El nivel del pelotón ha crecido muchísimo. En mi caso, al flaquear cuando la carretera se eleva, sufro una brecha con las mejores. Pero estoy segura de que, con entrenamientos, iré recortando esa distancia.
Los dos, un objetivo y un sueño. Me gustaría vivir una experiencia olímpica alguna vez en mi vida. Este pasado verano, los vi por la televisión y me dije a mí misma “qué bonito debe de ser estar allí”. Y creo que está a mi alcance. Empiezo el ciclo con el impulso de la mejora del pasado año. Vamos a por ello.