Reconocida por su historia, arte, tradiciones y exquisita gastronomía, la región italiana de Emilia Romagna es un destino muy completo para aquellos ciclistas de carretera que quieran hacer una escapada ciclista de calidad. Emilia Romagna es sinónimo de disfrutar de ciudades de arte, de la historia de los sitios declarados patrimonio mundial por la UNESCO, perderse por las más de 150 fortalezas, castillos y abadías y sobre todo de dejarse llevar entre parques y bosques de pinos, colinas y su impresionante costa. La orografía del terreno hará las delicias de los ciclistas de carretera, ya que está salpicada de pequeñas colinas trampa, pinares y plantaciones de olivo y viñedos, siempre con el mar de fondo.
Además de los árboles frutales y un paisaje similar a la Toscana, el encanto de los pueblos de la zona reside en que tienen una fortaleza en lo alto y un paisaje colorido a su alrededor. No hay que olvidarse de que se trata de una región con un sector agroalimentario y artesanal muy importante. Productos típicos como el queso parmesano, el jamón de parma o el lambrusco. De hecho, los participantes del viaje en grupo guiado de Kolotrip disfrutarán de varias catas de vino, queso o aceite. Algo deben de tener estas tierras, que son cuna de grandes deportistas como el motociclista Valentino Rossi o el campeón de ciclismo Marco Pantani así como de renombradas marcas de automóviles (Ferrari, Lamborghino o Ducati).
Desde Kolotrip, agencia de viajes en bicicleta, han organizado una auténtica experiencia ciclista en estas tierras italianas. Será un viaje precioso donde complementar el ciclismo con la cultura, paisaje y exquisitos productos locales.
El viaje en bici consta de 6 etapas circulares, que acumularán unos 550 kilómetros y 8.000 metros positivos de desnivel. Una auténtica delicia para los amantes del ciclismo de carretera.
Alguna de las etapas será especialmente dura, pero el paisaje merecerá la pena. Como es el caso de la ruta que te llevará por la Reserva Natural Regional de Onferno. En el interior de Riccione y entre colinas es una de las principales manifestaciones kársticas de la región. Eso no será todo, pedalear por el Parque Natural del Sasso Simone e Simoncello, con una extensión de árboles de impacto y un enorme bloque de piedra caliza que data de hace miles de años.
También subirás, por uno de los puertos más duros de la zona, por el Monte Carpegna, famoso por la conocida frase de Marco Pantani: “Il Carpegna mi basta”. En referencia a que no necesitaba irse a los grandes puertos europeos para entrenar, le bastaba con este puerto al lado de su casa.
Otra de las etapas nos llevará a San Marino, un pequeño territorio independiente en lo alto de una colina controlando la llegada al mar. San Marino tiene un gran atractivo cultural y paisajístico y será parada obligatoria para tomar un café en ruta, junto las tres torres más conocidas del lugar: La Rocca, más antigua y famosa; La Cesta, la más alta del Monte Titano y La Montale, la más pequeña.
Pero no todo será pedalear entre pueblos medievales, fortalezas o colinas de interior, ya que también pedalearemos por la costa del mar adriático: Rimini, Riccione y alrededores. Playas, acantilados y parques como el Monte San Bartolo acompañarán cada pedalada disfrutando de el entorno único y singular de la región italiana. La ciudad de Pésaro, que está ubicada en la costa además de increíbles playas, tiene también una gran historia y tradición que se remonta al siglo XII.
Y después de una buena ruta admirando el paraje natural y cultura de los distintos municipios, es de agradecer tener un buen plato que degustar. En la región, la gastronomía es exquisita así que habrá tiempo de probar los platos más famosos y disfrutar de la cocina casera italiana con pasta fresca. Por excelencia el queso más reconocido y famoso es el parmesano. Pero, además, el queso Grana Padano es uno de los productos más apreciados, con un sabor delicado y un fuerte aroma. Es uno de los quesos de los que mayor cantidad se produce, ya que existe el queso Grana Padano “Maggendo” (leche ordeñada entre primavera y verano) y el “Verengo” (con leche ordeñada en otoño e invierno). Si te preguntas si los probaremos… si, durante el viaje estarán incluidas, entre otras, catas de vino, queso o aceite y una comida típica italiana muy especial.
Para rematar, el vino lambrusco es de Emilia-Romagna por lo que probarlo será obligatorio. En la región hay 30 vinos de Denominación de Origen Protegida o de Indicación Geográfica Protegida.
Los ciclistas se alojarán en un hotel de ambiente ciclista muy especial y al lado de una playa. Hay pocos alojamientos donde se respire tanto ciclismo. Aquí han dormido ciclistas de renombre, y todavía sigue siendo un hotel de referencia para los ciclistas de los equipos profesionales que compiten por la zona o para los entrenamientos de invierno. La amabilidad de la dueña te hatrá sentirte en casa, y su conocimiento sobre el ciclismo, no te dejará indiferente. Además, la comida casera, marisco y el súper snack de después de las rutas… hará las delicias de cualquier ciclista.
En definitiva, esta escapada será la combinación perfecta de ciclismo de carretera de calidad, gastronomía e historia de la mano de Kolotrip con guías locales. ¡Una experiencia que no te puedes perder!
El viaje será del 10 al 17 de septiembre. Las plazas son muy limitadas. Para bloquear tu plaza o ver más información como el detalle de las etapas lo puedes hacer directamente en la web de Kolotrip en este enlace.
No te pierdas esta oportunidad, ciclismo de carretera en Italia en septiembre.