La lenta pero continua mejora del ciclismo español

Pelotón en una prueba de 2017 © Joan Seguidor

Hace unos días alumbrábamos sobre el nuevo quebradero de cabeza que cae sobre los organizadores de la Vuelta a España con el puzzle de equipos que tomarán la salida en Málaga. Al margen de los intocables del WT, se plantea una situación inédita en tiempos recientes, la entrada de dos profesionales españoles, al nivel del Caja Rural, que desde luego complican la elección, con el ramillete que hay a nivel europeo.

Burgos BH y Euskadi-Murias han venido a darle un aire al ciclismo español, en un momento que muchos pensaban que empezaba una travesía en el desierto. La formación de un equipo ciclista en este lado de los Pirineos, a los niveles que estamos hablando, es algo tan extraordinario, que supone un notición en sí mismo.

Pero no nos engañemos, la segunda parte de esta historia está en que las nuevas formaciones tengan escaparate, continuidad en la televisión y grandes carreras, y ahí la Vuelta a España es clave.

Recuerdo el caso del Kaiku, un equipo perfectamente pertrechado para estar en la Vuelta, con buena estructura, buenos ciclistas, voluntad y resultados meritorios. No estar en la grande de casa le supuso una condena y el sueño duró dos años, creo recordar.

Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor

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