Pocos ciclistas españoles más singulares que Juan Antonio Flecha
Hace ocho años por estas fechas estábamos de resaca del mundial de Florencia, haciendo cuentas sobre la compra del Euskaltel por parte de Fernando Alonso y hablando de la retirada de Juan Antonio Flecha.
Singular, raro, extraño, fuera de norma, ajeno a la tradición, original… desde tiempos inmemoriales, desde que Juan Antonio Flecha es y ha sido Juan Antonio Flecha en el ciclismo, siempre ha sido igual.
En una carrera por Pekín, Flecha, catalán con raíces argentinas, puso punto y final a una trayectoria que en España se puede considerar de singular, con un siglo largo de historia de ciclismo consumido.
Ser original a estas alturas tiene mérito.
Un ciclista de buen tono muscular, corpulento, educado en las ciencias de la pista, prometedor amateur, dio el asalto allá a principios del 2000 con maillot del equipo Relax.
Crecía entonces un tonillo, una leyenda: Flecha ya camina escapado
Un sino marcado en las piernas, su ADN le impedía estarse quieto, siempre un poquito más, su objetivo, allá al fondo, ser un español en Flandes y Roubaix, disputando la fortuna a los grandes.
Y lo logró.
Estuvo en liza bastantes años batiéndose con dos cocos tipo Cancellara y Boonen pero, como veremos muchos más…