Redacción / Ciclo 21
«Mi papel es efectivamente aplicar todo el conocimiento colectivo del equipo y la ciencia de la aerodinámica y el equipamiento a los ciclistas, actuando como intermediario. Puedo hablar en la terminología de los corredores, porque compito con una bicicleta, pero también puedo hablar en la terminología de la aerodinámica y la ingeniería, y puedo ser la persona que tienda un puente entre ambos, así como trabajar para responder a las preguntas para las que actualmente no tenemos respuestas. Esto podría ser cualquier cosa, desde la optimización de la posición, los cascos, la ropa, la elección de la presión de los neumáticos, las estrategias de ritmo hasta la elección de las marchas. Intentamos conectar mejor ambas partes».
Bigham habló con Dave Brailsford y Rod Ellingworth a mediados de 2021, ya que ambos buscaban construir el equipo de rendimiento antes de un ambicioso 2022: «El equipo vio que había algunas lagunas potenciales en torno a la ingeniería de carrera, la aplicación de los conocimientos, y también la orientación hacia el ciclistas. Dave buscaba a alguien que asumiera ese papel de ingeniero de rendimiento y corredor de pruebas, y al mismo tiempo yo estaba terminando con la Unión Ciclista Danesa, con la que había trabajado hasta los Juegos Olímpicos de Tokio. Me puse a charlar con Dave y Rod, barajé un montón de ideas diferentes y me pidieron que hiciera un ejercicio de búsqueda de conocimientos, recorriendo el equipo, hablando con la gente, tratando de averiguar dónde encajaría mejor, y buscando ideas sin tener prejuicios por haber sido arrojado al vacío».
Bigham pasó el mes de diciembre en la concentración de pretemporada del equipo en Mallorca, realizando un importante trabajo con los corredores, estableciendo relaciones y entrenando con la plantilla, trabajando a las órdenes del Jefe de Apoyo al Rendimiento e Innovación, Paul Barratt: «Fue una gran oportunidad para conocer al equipo de manera más informal después de algunas reuniones intensas de rendimiento en Woking y París en noviembre. Pude establecer una relación, saber qué habían hecho antes y en qué están trabajando. Conocer a la gente fue increíblemente útil«.
«Hicimos muchas pruebas aerodinámicas en el velódromo de Mallorca. También hice bastantes en la carretera. Se trataba de realizar una evaluación comparativa, de establecer sistemas y de ver qué podemos hacer para avanzar». Como dice Paul Barratt, hay que pilotar el avión y al mismo tiempo intentar arreglarlo y mejorarlo sobre la marcha. También salí a la carretera con muchos de los chicos. En un momento dado estaba subiendo una cuesta con Ganna, Tao, Carapaz, Bernal y Yates, fue un momento bastante surrealista. Es un equipo épico en el que participar».
«Habrá muchas áreas diferentes que se abren a medida que avanzamos. La contrarreloj será la principal, y eso es algo obvio, ya que siempre hay trabajo que hacer ahí, pero esperamos poder llevar esa misma mentalidad y enfoque a las carreras en carretera, y ver cómo podemos optimizar a cada uno de los corredores y las funciones que desempeñan, de modo que no sea sólo «montar estas ruedas, manillares, cascos, trajes de piel» en todo el equipo, sino que pueda ser único y estar adaptado a su función, al recorrido y a cada día».
En los últimos años, Bigham ha mezclado sus compromisos con las carreras con el trabajo fuera de la bicicleta y aprecia enormemente la perspectiva del equipo sobre sus ambiciones como piloto: «Habitualmente he tenido que compaginar el ciclismo con mi trabajo. Consolidar todo en un solo papel para no hacer mis propias pruebas y luego tener que hacer lo mismo para todos los demás es una gran ventaja de venir a bordo. Todo lo que estoy desarrollando para los ciclistas y el equipo es lo mismo para mí, así que hay un beneficio en ambas direcciones.
«Siempre que estoy en las concentraciones, puedo entrenar con el equipo y todo el mundo en el equipo quiere eso porque significa que también puedo ser el ciclista de pruebas e impulsar el desarrollo que ayuda al equipo. Todo funciona en armonía. Esa es una de las razones por las que quería que me apoyaran para entrenar con mi bici dentro del equipo, porque en lugar de tener dos corrientes separadas, tirando y empujando una contra la otra, significaba que todos estábamos alineados e íbamos en la misma dirección«.
4 enero. El mayor secreto a voces del mundo del ciclismo se ha desvelado oficialmente esta mañana: Dan Bigham se incorpora a INEOS-Grenadiers como ingeniero de carreras. La noticia apareció en varios medios británicos esta mañana y posteriormente fue confirmada por el equipo británico, que solamente pone en su web la foto que acompaña este texto y la mención “su trabajo en la persecución de la contrarreloj y la excelencia aerodinámica convierte a Bigham en uno de los ingenieros más respetados del mundo del ciclismo”.
Nacido el 2 de octubre de 1991 en Newcastle-under-Lyme, su primer reconocimiento llegó de la mano del equipo de pista HUUB-Wattbike, que llegó a ganar la persecución por equipos de la manga de Londres de la Copa del Mundo 2018-19, por delante de Gran Bretaña, lo que le valió la consideración de ‘chico malo’ del ciclismo británico. Un equipo donde, aparte de correr junto a ciclistas como John Archibald, Jonathan Wale o Ashton Lambie, desarrollaba su talento como especialista en aerodinámica.
De forma paralela fue desarrollándose como ciclista de carretera, en el equipo Ribble Weldtite, fundamentalmente como contrarrelojista, aunque aquí si entró en varias ocasiones con la selección de su país, destacando su tercera plaza en la contrarreloj mixta por equipos del Mundial de 2019 o la quinta en 2021. De la misma manera, sorprendía por innovaciones como su manillar superestrecho de sólo 27 centímetros.
La pandemia frustró sus planes con el HUUB Wattbike de afrontar como despedida una serie de records del mundo en la altitud de Cochabamba (Bolivia), en abril de 2020, pero pudo centrarse en su trabajo en la aerodinámica de la cuarteta de Dinamarca, subcampeona olímpica por apenas unas décimas en Tokio.
En octubre del pasado año volvió a sorprender al conseguir la segunda mejor marca de la hora de todos los tiempos -y la mejor a nivel del mar-, con 54,723, lo que le dejó con ganas de afrontar una nueva tentativa en 2022 que ya cumpliese con todos los requisitos para ser homologado como récord de la hora.
El contrato con INEOS es en exclusividad, por lo que tendrá que dejar algunas de sus actividades, pero permanece la incógnita si podrá seguir compaginando su labor de ingeniero con la de corredor, aunque en todo caso, fuera de la estructura World Tour y también de su antiguo equipo, el Ribble. Y si tendrá tiempo para intentar afrontar ese récord de la hora antes de que lo haga su ahora pupilo Filippo Ganna al que le podría venir muy bien toda la experiencia o experiencias de Bigham.