Por espacio de tres horas y con todos los puntos del orden del día aprobados por una amplia mayoría -con alguna testimonial abstención- o por unanimidad, se ha celebrado esta mañana en Madrid la Asamblea General ordinaria de la RFEC, con la presencia de 61 de los miembros del máximo organismo de la Federación Española. Entre lo que se explicó, que el presupuesto para 2017 prevé un superàvit de 250.000 euros para seguir reduciendo el endeudamiento.
Tras la aprobación de las actas de las dos reuniones anteriores, se pasaba a la gestión administrativa, en esta interesante exposición del presidente, José Luis López Cerrón, que fue aprobada por unanimidad.
El vicepresidente económico, Vicente Alumbreros, era el encargado de exponer los temas económicos, en concreto la aprobación de la liquidación del presupuesto del ejercicio 2016 y el proyecto de presupuesto anual 2017.
Alumbreros destacó como aspectos positivos el superávit del 2016 -285.000 euros, que sigue la línea iniciada en 2013 con el actual equipo gestor y que contrasta con los anteriores-, la mejora de los ingresos, la reducción del endeudamiento -que tuvo un pico de 3,67 millones en 2012 y actualmente es de 2,34- y lo que ello supone en mejora patrimonial. “Esto es lo positivo, pero hay que seguir mejorando para reducir ese nivel de endeudamiento y la situación patrimonial, así como en la morosidad”. En este sentido, incidió en el trabajo para convertir la deuda a corto plazo en largo lazo y que siguiendo con la proyección del plan de viabilidad, que en 2022 se haya revertido la situación.
Sobre la estructura de gastos federativos, destacó la reducción al 20% de los gastos de personal -respecto al 32% de 2012-, con un 69% de gastos de explotación y un 9% de consumos, mientras que en ingresos, el 47% corresponde a subvenciones, el 14% a licencias, el 13% a publicidad e idéntico porcentaje a actividad deportiva. “Las subvenciones siguen teniendo demasiado peso y es algo que no controlamos ya que dependemos de la voluntad de las administraciones públicas. Tenemos que seguir trabajando para aumentar los ingresos propios”.
En cuanto al presupuesto de 2017 -que asciende a 4,27 millones- indicó que va ligado al plan de viabilidad establecido hasta 2020, que prevé un superávit de 250.000 euros para la reducción del endeudamiento de forma que en 2018 baje de los dos millones. Destacó la norma de no presupuestar como ingreso nada que no esté acreditado, por lo que es un presupuesto bastante conservador en este sentido.
De forma separada, como se establece reglamentariamente, se votó el sueldo del presidente, que recupera la remuneración establecida en 2011, de 58.780 euros brutos.
El punto quinto del orden del día eran las obligaciones financieras. El director general de la RFEC, Diego Guerrero, informó de la decisión tomada en la reunión de la Comisión Delegada de la víspera de mantenerlas congeladas, salvo algunos ajustes por nuevos conceptos, por cambios en los equipos arbitrales dictaminados por la UCI o por nuevos servicios demandados, principalmente de carácter administrativo, como pueden ser certificados, que no estaban contemplados. Igualmente se informó que las licencias de todos los deportistas con contrato con un equipo profesional en cualquier disciplina -no sólo carretera- serán gestionadas por el Consejo de Ciclismo Profesional.
Tras la votación -y aprobación- de varios artículos de los Estatutos, se pasó a la aprobación del calendario 2017, en una situación paradójica ya que la temporada ya está casi concluida. En este sentido se informó que el retraso de la Asamblea General hasta una fecha tan retrasada había sido consecuencia de la situación presupuestaria.
Temas deportivos
Cristóbal Sánchez, director técnico, desarrolló el punto octavo referido a la gestión deportiva del 2016 y del programa deportivo 2017, que fue elque más se extendió en el tiempo, ya que los asambleístas -siempre en un tono bastante constructivo- hicieron llegar sus dudas y aportaciones al respecto.
Tras referirse al balance de 2016, con los resultados ya desarrollados en la Memoria, y destacando el balance olímpico de un bronce y cuatro diplomas, y el paralímpico de tres medallas -una plata de Avila-Font y bronces de Alfonso Cabello y la velocidad por equipos-, Sánchez destacó los problemas cada vez mayores a la hora de desarrollar el programa de competiciones de las selecciones.
“Este año no estamos marcados por la necesidad de clasificación para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, pero cada vez tenemos más competiciones internacionales a las que tenemos que acudir para sentar las bases de años posteriores”, destacó Sánchez, mientras que Guerrero añadió que “nuestro reto y nuestra inquietud es conseguir más ingresos para cubrir las necesidades de la selección, y más teniendo en cuenta que este año se ha reducido la subvención”.
La inclusión de la prueba de profesionales en los Campeonatos de Europa de carretera, la programación de un Mundial de pista de ciclismo adaptado por primera vez en un año post olímpico, el aumento de las Copas del Mundo de pista, el nuevo mundial de ciclismo urbano -con el BMX Freestyle, disciplina olímpica en Tokio 2020– o la lejanía de algunos de los Mundiales en este 2017 como el de BTT en Cairns (Australia), el de pista en Hong Kong, o el de ciclismo adaptado en Pietermaritzburg (Reública Sudafricana)- han contribuido también al aumento de gastos en esta parcela deportiva.
“Cada vez está más claro que hay unas prioridades y que no podemos invertir si no hay una garantía de resultados, especialmente en las disciplinas no olímpicas”, terminaba el director técnico, mientras que el director general recordaba que “estamos en la cuarta o quinta parte del presupuesto de otros países de nuestro entorno”, por lo que los recursos materiales y humanos son muy limitados.
De forma paralela, López Cerrón salía al paso de algunas críticas en medios y redes sociales. “Tengo plena confianza en los seleccionadores y son ellos los que deciden qué corredores y a qué pruebas hay que acudir y que yo no me inmiscuyo en estas decisiones”, aunque matizó que “eso no quiere decir que no tenga el teléfono abierto y procure atender todas las demandas de los deportistas para mejorar su rendimiento”.
Proyecto BMX
Dentro de este apartado, Manu Mateo, seleccionador nacional de BMX, expuso las líneas maestras del Proyecto Nacional de BMX, puesto en marcha para intentar revertir una situación en nuestro país que resumió Guerrero en “¿por qué no funciona el BMX?”, con el objetivo de intentar tener deportistas de esta disciplina en Tokio 2020, pero sobre todo en crear una base, que actualmente es muy limitada: apenas 36 clubes y menos de 1.000 pilotos, aunque el número de competiciones autonómicas y nacionales ha aumentado a 87.
Un ambicioso proyecto que se centrará en numerosos aspectos que comenzará por el asesoramiento en la construcción y homologación de pistas de diferentes niveles -incluyendo al menos alguna de nivel supercross UCI-, trabajo en escuelas y clubes de BMX, formación específica para monitores y entrenadores, control de competiciones y arbitraje, y criterios para la selección con programa de entrenamiento y seguimiento alto nivel.
Tras el punto de ruegos y preguntas, López Cerrón entregaba una placa de reconocimiento al ex presidente de la Riojana Angel Sáez Terroba, como reconocimiento a su amplio trabajo durante décadas, y cerraba la Asamblea y se daba paso a un ‘lunch’ informal donde se siguieron intercambiando propuestas para el trabajo en pro del ciclismo nacional.