Si hay algo que esté suponiendo una verdadera alegría dentro del mundo del ciclismo en España es sin duda la incorporación de las niñas a nuestro deporte. En Europa, en este sentido, nos llevan años de ventaja y las mujeres pueden vivir de la bicicleta de forma profesional. Por desgracia, en nuestro país esto todavía no es así y la inmensa mayoría de corredoras tienen que compaginar el deporte con su trabajo.
Pero si nos vamos a las generaciones venideras, las noticias son más positivas. Sobre todo porque hay datos que invitan a la esperanza. Evidentemente, que en el futuro las corredoras puedan ser igual de profesionales –en el sentido de poder dedicarse en exclusiva- que los chicos es cuestión de tiempo, pero para que suceda también tiene que darse el hecho de que aumente el número de ciclistas femeninas en nuestro país, que hasta ahora ha sido muy bajo.
Y ese es el principal hecho esperanzador: el número de licencias de féminas en las categorías inferiores ha crecido de una manera importante en los últimos años. Cada vez más niñas se animan, cada vez hay más equipos femeninos, y en las escuelas se va integrando a las pequeñas de forma paulatina, de manera que ya cada vez es menos extraño verlas en carreras de estas categorías.
La Federación Española organiza la Copa de España de Féminas que comprende las categorías cadete, juvenil y élite. En 2016 han sido un total de nueve pruebas programadas, y todas ellas se han terminado celebrando. Lo normal, hasta este año, era que al menos dos o tres carreras de las programadas en la Copa terminasen siendo suspendidas. Por tanto, la salud del ciclismo femenino empieza a mejorar también en lo que se refiere a organizaciones, patrocinadores y empresas que se acercan a las competiciones y apuestan por ellas.
Pero la mejor noticia es que, de las inscritas, la mayoría son cadetes. En la Copa de España de Noja, el pasado 3 de abril, hubo 225 ciclistas a sumar entre las tres categorías. De ellas, más de 90 eran de esta categoría. Finalmente acabaron la prueba 58, y durante todo el año la cifra de cadetes que han terminado las pruebas de Copa ha rondado el medio centenar, siendo algo inferior en juveniles. La Copa de España femenina es fundamental para que, ya desde cadetes, las niñas españolas puedan competir entre sí y vayan mejorando su nivel. Equipararse a Europa es cuestión de tiempo… y de apoyo.
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