Los organizadores de la Tirreno-Adriático han anunciado en una rueda de prensa celebrada hace tan solo unos minutos que han tomado la decisión, tras una reunión convocada tras la finalización de la cuarta etapa, de suspender la celebración de la etapa reina que debía de disputarse mañana domingo. El motivo no ha sido otro que la previsión de mal tiempo que hará imposible llegar hasta Monte San Vicino ya que la cota de nieve se situará en los 800 metros de altura.
De esta forma, la prueba de los dos mares pierde la que iba a ser la jornada reina y el checo Zdenek Stybar ve cómo una de las etapas que peor podían venirle a sus aspiraciones de mantener el liderato hasta el martes se esfuma acercándole al triunfo.
La decisión, tal y como han explicado en esa rueda de prensa, ha sido tomada tras una reunión en la que han participado todos los estamentos de la carrera y de acuerdo a lo establecido en el nuevo Protocolo de Tiempo Extremo de la UCI.
Con este movimiento, los responsables de la Tirreno-Adriático quiere evitar el espectáculo tan poco edificante que se vivió esta misma semana durante la disputa de la tercera etapa de la París-Niza. Será esta la tercera ocasión en la que se active el nuevo protocolo de la UCI, que fue inaugurado el pasado mes de febrero en la Clásica de Almería.
Esta será la primera vez en la que el Protocolo de Tiempo Extremo se aplica con anterioridad al inicio de la etapa ya que tanto en la Clásica de Almería como en la París-Niza la decisión se tomó una vez comenzada la competición.