Ruina, doping y motores. Así son los Van den Driessche. Todos los datos relativos al caso
ACTUALIZACIÓN 31-01-16 (12:30 hrs)
Y, por fin, la gran protagonista negativa de este mundial de ciclocross de Zolder, Femke Van den Driessche, ha dado la cara. Lo ha hecho en una entrevista concedida al canal belga Sporza en la que con el rostro evidenciando los estragos de una mala noche y, seguramente, de estar digiriendo todo lo que sobre ella se está diciendo y escribiendo en las últimas horas.
“Naturalmente, he pasado una muy mala noche”, reconoce la primera corredora de la historia cuyo material ha dado ‘positivo’ en un caso de ‘dopaje tecnológico’. Preguntaba sobre si entiende cómo ha sucedido todo, Van den Driessche dice que “no sé cómo ha llegado esa bicicleta ahí. Me sorprendió verla. Ni siquiera es mi bicicleta. De verdad, con la mano en el corazón, no sabía que esa bicicleta estaba ahí ni de quién era”.
Dando la impresión de estar superada por las circunstancias Van den Driessche decía que “me ha explotado una bomba en las manos. Pueden venir y controlar todas mis bicicletas. No van a encontrar nada. Seguro. Nada de nada. Para mí está siendo muy duro porque no tengo nada que ver con esto y se me está culpando de todo”.
La corredora, que por el momento ya ha sido apartada de la competición por su equipo a la espera de la decisión final de la UCI, asegura que “claro que soy consciente del enorme problema en el que estoy metida. Lo que más me duele es el daño que esto va a hacer a un deporte que me encanta”.
Van den Driessche explica que fue consciente de que algo estaba pasando “cuando me retiré. Rompí la cadena y me tuve que bajar. Entonces me dijeron que iba a tener que ir a explicar cosas porque había algo que no estaba bien con mi bicicleta. Lo primero que hice fue preguntarle al mecánico de dónde había salido esa bicicleta, que ahora sé que es de un amigo mío. Es una bicicleta que me compró hace ya tiempo. Yo la he usado en temporadas pasadas y es una bicicleta idéntica a las que uso para competir. Ese amigo había estado reconociendo el circuito con mi hermano y la había dejado apoyada contra nuestra furgoneta. Uno de mis mecánicos debió de equivocarse y pensar que era una de las mías y la limpió y se la llevó al box”.
La por ahora sospechosa de haber cometido un fraude tecnológico añade que “ese chico entrena de vez en cuando conmigo y con mis hermanos, pero yo no sabía que tenía un motor instalado en su bicicleta. Nunca me lo había contado. Es todo una enorme equivocación y estoy enormemente desolada. Me siento muy mal”.
Pensando ya en su futuro y con lágrimas en los ojos la joven corredora reconoce que “ahora mismo creo que mi carrera como ciclista se ha terminado, pero espero poder tener una segunda oportunidad. No tengo ningún miedo si quieren inspeccionar todo mi material”.
ACTUALIZACIÓN 31-01-16 (10:15 hrs)
El presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Brian Cookson y el responsable del máximo organismo mundial para el área de ciclocross, Peter Van den Abeele, acaban de ofrecer una rueda de prensa en el circuito de Zolder, sede del mundial de la especialidad invernal del ciclismo, para aclarar todo lo acontecido desde que en la tarde de ayer sus comisarios descubrieran, por primera vez en la historia del ciclismo, un caso del llamado ‘dopaje tecnológico’ o, lo que es lo mismo, una bicicleta con lo que por el momento se ha identificado como un motor.
Cookson ha iniciado su comparecencia explicando que ya “durante 2015 llevamos a cabo una serie de controles no anunciados en busca de fraude tecnológico en las pruebas más importantes del calendario internacional y nuestro compromiso siempre ha sido el de mantener estas inspecciones a lo largo de la presente temporada”.
El presidente de la UCI reconoció en esta comparecencia que uno de los problemas a los que se enfrentaban desde el punto de vista sancionador era la ausencia de normativa al respecto, por lo que “en 2015 introdujimos una serie de normas que nos permitieran tomar acciones” en caso de encontrar, como ocurrió ayer, una bicicleta modificada. Desde ese momento, siempre según la versión de Cookson, la UCI ha “ido implementando y estudiando nuevos métodos de detección” aunque ha querido ser cauto y ha añadido que “comprenderán que no quiera discutir los detalles de los mismos” para no dar pistas a los tramposos.
Tal y como adelantaba ayer Ciclo 21 (pueden ver el desarrollo de los acontecimientos más abajo), Brian Cookson ha confirmado que “la sanción mínima por casos de fraude tecnológico, que es lo que pensamos que ha ocurrido, es de seis meses, pero no hay establecido un máximo. Algo a lo que hay que añadir una multa económica” de entre 20.000 y 200.000 francos suizos, la divisa habitual en la que se estipulan las sanciones de la UCI.
La comparecencia ha finalizado con un Cookson que ha hecho un llamamiento a la calma diciendo que “debemos de ser muy cautelosos y trabajar muy bien este primer caso. Debemos de saber toda la verdad. Tenemos que poder sacar a la luz hasta la última piedra”.
Este medio ha podido saber que la Federación Belga de Ciclismo (KBWB) ha confirmado el hallazgo de un elemento ilegal -motor- en la bicicleta de Femke Van den Driessche, gran favorita al triunfo en la prueba Sub23 del Mundial disputado hoy en Zolder y de la que tuvo que retirarse. Con esto, el ciclocross se convierte en la especialidad en que inaugura la triste lista de ‘dopaje tecnológico‘ en las bicicletas.
Obviamente, el escándalo es mayúsculo ya que aunque en el día de hoy no ha podido estar con las mejores, levanta una enorme sombra de duda sobre una corredora que este año ha conseguido alzarse con el título de Campeona de Europa de la especialidad. Además, de alguna manera esto cierra el capítulo de la mera sospecha sobre la existencia del ‘dopaje tecnológico‘ en las bicicletas, algo que ya ha sonado en más de una ocasión en la ruta como, por ejemplo, con motivo de la 14ª etapa de la Vuelta a España de 2014, en la que tras una caída su bicicleta hizo un movimiento extraño que muchos achacaron a uno de estos inventos.
Según el reglamento de la UCI (no existe un caso previo para hacerse una idea de la sanción que podría aplicarse), la corredora se enfrenta a una sanción de un mínimo de seis meses y una multa de entre 20.000 y 200.000 francos suizos (18.049-180.495 euros) según su artículo 12.1.013 bis.
La Federación Belga de ciclismo ha anunciado que “la UCI ha contrastado la existencia de fraude tecnológico y nosotros podemos confirmar que se trata de la bicicleta de Femke Van den Driessche. La UCI dará más información más tarde”.
El primer gran responsable del ciclocross internacional en dar la cara ha sido Peter van den Abeele, máximo responsable de la especialidad invernal en la UCI, que ha hablado ante las cámaras de Sporza asegurando que “efectivamente, podemos confirmar [el caso de ‘dopaje tecnológico‘, N.d.A.]. Lo hemos contrastado en una bicicleta de la prueba Sub-23 femenina. Nuestros comisarios lo han confirmado en los controles que se realizan tanto en la zona de salida como en los boxes de material”. Aunque Van den Abeele no ha querido confirmar el nombre de la corredora afectada (que mientras tanto ya ha sido confirmado por la KBWB) sí dijo que “efectivamente, se trata de una componente de la selección belga”.
El propio Van den Abeele reconoce que no están seguros de qué es lo que deben de hacer ahora. “Vamos a seguir con la investigación. Es la primera vez que somos capaces de confirmar un caso de fraude tecnológico. Estamos todos en shock, incluido nuestro presidente, Bryan Cookson”.
El padre de la corredora ha salido en defensa de su hija y ha asegurado en el diario De Standaard que “no se trata de la bicicleta de Femke. Alguien se su entorno, que entrena con ella de vez en cuando, la ha traído hasta el box de material. Nunca ha sido la intención de Femke utilizar esa bicicleta. La persona que la ha traído se ha disculpado mil veces en este tiempo. Femke no ha utilizado esa bicicleta en la carrera y nunca fue su intención”.
El padre de la campeona de Euroa añade que “Femke está completamente destrozada. No tenemos ni idea de qué es lo que quiere decir eso de ‘fraude tecnológico’, pero si lo que quieres es hacer trampas, lo normal es que uses es bicicleta, ¿no?”.
Rudy De Bie, seleccionador belga, también ha tenido que salir a la palestra y en declaraciones a Sporza decía que “estoy completamente roto. Es un escándalo”. Absoluta y visiblemente emocionado, De Bie no encontraba explicación a lo sucedido. “¿Qué lleva a alguien a hacer algo así a una edad tan temprada? Estoy muy avergonzado por ella”.
El máximo responsable de la selección belga añadió que “siempre partes desde la premisa de que nadie hará algo así. Y menos todavía en un mundial. Que lo utilice un ciclocturista para tener algo más de empuje en una subida es algo que podría aceptar, pero esto… ¡es absurdo!”.
Uno de los comisionados de la KBWB, Freddy Van Steen, tuvo que tomar la palabra ante los medios cuando Jos Semts, director de la federación, rompiera a llorar y no pudiera hacerlo. “Después de una vuelta, la UCI ha inspeccionado la bicicleta de Femke que estaba en el box de material con una especie de ‘tablet’. Inmediantamente, la han precintado y se la han llevado. Entonces han intentado desmontar la caja del pedalier, una pieza que normalmente sale muy fácil, pero no se podía sacar. Finalmente, ahí han encontrado el motor”.
Uno de los últimos grandes nombres del ciclocross internacional en dar su opinión sobre el asunto ha sido Sven Nys que no ha dudado en mostrarse “muy sorprendido. No me lo podía creer. En las últimas horas, como todo el mundo, he estado asimilando que, de repente, lo que se venía hablando desde hace algún tiempo se ha convertido en realidad. Es algo muy penoso para el deporte, no sólo para el ciclismo” ante las cámaras de Sporza.
Que esto, además, haya sucedido en un mundial que se celebra en Bélgica, el país que con más pasión vive el ciclocross y que la protagonista haya sido una de sus representantes es, para el Caníbal de Baal, algo “muy penoso, pero creo que la Federación no puede ser culpada de nada. Que alguien de 19 años tenga la idea de hacer algo así no es algo que venga de la noche a la mañana. Simplemente, es triste y debe de ser investigado”. Nys añadía que este primer caso de ‘dopaje tecnológico‘ “es grave para el ciclismo en general porque esto es algo que no se venía oyendo únicamente en el ciclocross. Ahora esto es algo que tendremos que ver cómo se controla más y más durante los próximos años”.
Parecía que se había cerrado el primer día del mundial de ciclocross en Zolder sin más novedad que las vicotorias de Dekker (Junior masculino), Richards (Sub-23 femenino) y De Jong (Elite femenino) y con la esperanza de enorme espectáculo de cara a mañana gracias al mal tiempo que está imperando en el autódromo flamenco, pero hace sólo unos minutos ha saltado una bomba informativa en forma de sospecha, por parte de la UCI, de que una participante en la prueba Sub-23 femenina podría haber usado una bicicleta con motor durante la carrera.
El comunicado de la UCI aclara que no se trata de ninguna de las integrantes del podio. Según ha podido saber Ciclo 21 la corredora sospechosa sería la belga, y máxima favorita al triunfo (avisaba de que se veía con un 85% de posibilidades de ganar), Femke Van den Driessche que, pese a todo, tuvo que retirarse de la prueba cuando restaba apenas una vuelta para el final.
A continuación reproducimos, por su interés, el comunicado de la UCI.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) confirma que de conformidad con el Reglamento sobre fraude tecnológico, una bicicleta de la prueba Sub-23 femenina ha sido apartada para su posterior investigación(…). Esto no afecta a ninguna de las corredoras del podio. |
Al autor Nicolás: cambia el palabro «dopaje tecnológico» por «trampa o fraude tecnológico» como dicen las citas. Dopaje ya es incorrecto como barbarismo del inglés doping, pero aplicarlo a un objeto inerte como la bicicleta es todavía más absurdo. Si lo que quieres es impacto, ¿no es mejor hablar de ciclistas drogatas y tramposos?
«Doping» viene del francés «dope» y viniendo de una lengua latina no es tan barbárico. En cualquier caso opino que es adecuado para hacer ver que fue trampa. En español se usa también «trucaje» en referencia a motores modificados para mejorar su rendimiento, pero con dopaje, se recarga el hecho de que fue algo incorrecto.
Considero que se le debe dar una segunda oportunidad, con ello se demostraría que sus triunfos han sido reales sin ninguna ayuda tecnológica. No somos quienes para juzgarla , la presión del medio es tan grande , los intereses mediáticos le hacen mucho daño al deporte. Las entidades reguladores del deporte deben efectuar controles muy estrictos . Insistimos Femke merece una segunda oportunidad.
Cuál segunda oportunidad!! La mujer sabía lo que estaba haciendo, ella misma operaba la ayuda auxiliar puesto que ahí fue donde la descubrieron y por eso se dieron cuenta, por favor! Dejemos de minimizar actos repudiables como estos, por eso nadie respeta las reglas y las leyes, por querer suavizar actos que no son permitidos y que atentan en contra de toda naturaleza legal y bien establecida