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El recorrido previsto de la carrera / © Volta Catalunya
Cada día queda un poco menos para que el estado de irrealidad en el que vivimos dé paso a un tiempo –algunos, incluso, creen que un mundo– nuevo en el que, sin que seamos todavía capaces de adivinar cómo, iremos reencontrándonos con una normalidad que ahora mismo es muy difícil de imaginar. Será el momento de que psicólogos y psiquiatras traten de entender y explicarnos cómo nos afectó aquel tiempo en el que una pandemia pulso el botón de pausa de nuestras vidas.
Mientras ese momento llega, cada cual trata de pasar estas semanas lo mejore que sabe y puede. Parece que fue hace mil años de aquello, pero es buena idea no perder la perspectiva y recordar que hasta hace apenas un mes todo seguía su curso y cada cual se preparaba, entre otras cosas, para una nueva edición de la Volta a Catalunya, que tendría que haberse disputado entre los no tan lejanos 23 y 29 de marzo llegando, además, a su 100º aniversario.
La carrera catalana, primera del World Tour en territorio español, fue víctima del coronavirus y ahora, como tantas otras, busca no sólo una nueva fecha en el caótico calendario que cada día parece más complicado arreglar sino, sobre todo, mantener viva toda la maquinaria que precisa una prueba ciclista profesional para poder ser.
Tal y como publica hoy El Mundo Deportivo, la ronda catalana no ha se da por vencida y quiere no dejar 2020 como un año en blanco en su historia, aunque el desánimo empieza a filtrarse entre sus responsables. Rubén Peris, director de la carrera, explica en el rotativo barcelonés que “la situación cada día que pasa se complica más, el calendario está muy apretado y veo difícil que se haga este año, ya que cada día que pasa es más complicado que se pueda llegar a hacer”.
Peris explica que, en las consideraciones a tener en cuenta para encontrar acomodo para su prueba en el futuro cercano, no sólo se deben tener en cuenta las ya complicadísimas negociaciones para reubicar las muchas carreras aplazadas sino, además, la realidad socioeconómica de la región.
Peris descarta una Volta en verano ya que “Catalunya es un país de vacaciones”, aunque incluso eso, como sucede con todas las zonas turísticas de España –y el resto del mundo–, está por ver ahora mismo. Por ello, el director de la carrera no da portazo a ninguna opción. “Es complicado, pero no tiro la toalla, no cierro la puerta”, asegura. Además, Peris es consciente de que “no habrá espacio para todos. Supongamos que quedan dos meses de competición. No creo que se pueda hacer todo y será difícil de encajar”.
Peris reconoce que una de las primeras cosas que habrá que hacer antes de plantearse siquiera seguir adelante con la idea de celebrar una Volta en 2020 será saber hasta qué punto sigue contando con el apoyo de las ciudades de paso. Alejándose de los muchos capitanes a posteriori que han emergido durante las últimas semanas, Peris reconoce que el día 12 de marzo, cuando se tomó la decisión definitiva, “nos parecía mal aplazarla, no esperábamos el alcance del coronavirus. Ahora, lo primero es ganar la batalla al coronavirus y luchar contra la pandemia y que las personas que se han quedado sin trabajo puedan recuperarlo. La Volta es importante, pero otras cosas lo son más y hay que ser solidario, no sólo pensar en la Volta”.
El máximo responsable de la Volta también analizó las derivadas económicas de este aplazamiento o suspensión. Peris reconoció que la carrera no dispone de un seguro que contemple este escenario, aunque explica que “la verdad es que viendo que la cose se iba complicando hablamos con los proveedores y les pedimos cuál era la fecha tope para pedir el material, y ha habido muchas cosas que no hemos llegado a hacer en las que hemos apurado al máximo. ¿Lo que hemos perdido? No lo tenemos cuantificado y me sería difícil cuantificar la cantidad en el caso de que no se acabara disputando”.
