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La Vuelta a Flandes llega a su 100ª edición / Flandes Classics
Mientras que la mayor parte de la sociedad -menos mal- va olvidando los acontecimientos que el pasado mes de noviembre pusieron en estado de máxima alerta a los servicios antiterroristas de toda Europa tras los atentados de París y que afectaron de forma muy especial a Bruselas, que se convirtió en una ciudad sitiada entre los días 21 y 25 de ese mes, la policía y los servicios de seguridad deben de seguir evaluando todos los riesgos posibles para garantizar en la mayor de las medidas posibles la seguridad de todos.
En aquel ya lejano mes de noviembre nos encontrábamos en plena disputa de la temporada de ciclocross y aquel Brussels lock down estuvo a punto de impedir la disputa de impedir la celebración de la tercera cita puntuable de la Copa del Mundo de la especialidad invernal del ciclismo. Ahora, de una forma mucho menos mediática y mucho más calmada, que es como mejor se enfrentan estas cosas, los organizadores de la Vuelta a Flandes y las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado ultiman ya los detalles para el dispositivo que debe de velar por el correcto desarrollo de la que, sin duda alguna, es una de las citas más importantes en el calendario de eventos anuales de Bélgica.
Con millones de espectadores apostados en las cunetas de la práctica totalidad de la región flamenca, centenares de miles de desplazamientos previstos por carretera, decenas de miles de aficionados llegados desde todas las partes del mundo… el domingo 3 de abril la 100ª edición de la Vuelta a Flandes estará blindada con medidas de seguridad nunca antes vistas en la Vlaanderens Mooiste.
Los aficionados, especialmente los cazadores de autógrafos -o su versión más moderna: los cazaselfies– deberán de tener muy presente que los agentes de la policía belga evitarán que nadie se acerque a los corredores portando una mochila. Todo aquel que desee estar en los alrededores de las zonas donde se concentren los corredores tanto en la salida como en la meta deberán de hacerlo desprovistos de sus mochilas.
Se han creado, al menos -la policía no ha querido hacer pública la cifra y la ubicación exactas por motivos obvios-, ocho zonas de seguridad en las que se desplegarán un total de 200 agentes de policía a los que habrá que sumar cerca de 300 auxiliares.
Aunque, como ya se ha dicho, la policía no ha dado detalles sobre la ubicación de esas zonas, ya se da por descontado que algunas de ellas estarán en la salida, en la meta y en zonas cruciales del recorrido como es el Viejo Kwaremont o las proximidades del Koppenberg. Además, todos aquellos aficionados que vayan a presenciar la carrera en directo, deben de ser conscientes de que la circulación podría ser todavía más complicada que en otras ocasiones debido a las medidas de seguridad extraordinarias que se pondrán en marcha este año.
